En vista de la alerta internacional lanzada en relación a la así llamada enfermedad del virus del Zika, ¿qué medidas se pueden tomar donde sea que estemos?
La oración en la Ciencia Cristiana aborda toda situación desde una perspectiva espiritual. Ella se basa en las enseñanzas bíblicas de que Dios llevó a cabo una creación enteramente buena —como indica el capítulo 1 del Génesis—, y en el ejemplo de Cristo Jesús mostrando que la experiencia humana puede dar testimonio de esa creación buena, a través de una comprensión espiritual de esta verdad. Cuando permitimos que el amor y la bondad de Dios, que todo lo abarcan, impregnen nuestro pensamiento, esa bondad original resplandece y se hace más evidente en la vida diaria. Orando de esta manera en relación a la supuesta amenaza del Zika, podemos afirmar que la presencia maternal y todopoderosa de Dios puede sentirse en cada aspecto del ser y en todos los rincones del globo —irradiando el amor perfecto, que con toda naturalidad disuelve el temor, la incertidumbre, la enfermedad y la desesperación.
Al orar sobre esta situación de la salud pública, he aquí algunos otros aspectos en los que podemos pensar:
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