Hace poco, estaba en una reunión de testimonios semanal en mi filial de la Iglesia de Cristo, Científico, cuando alguien dio un testimonio y dijo, en parte, que Dios está siempre cuidando de nosotros, Sus hijos, aun cuando nosotros no estemos reconociéndolo o buscándolo en ese momento. Yo también he comprobado que esto es cierto.
Hace varios años, atravesé por un período muy difícil de mi vida. Estaba sufriendo de una profunda depresión, adicción al juego y problemas de salud. Un día, durante esa época, me enteré de que una de mis hijas adultas, que también era mi confidente y amiga cercana, había fallecido. Yo no tenía consuelo y estaba enojada con Dios. El dolor nublaba mi pensamiento y culpaba a Dios de su muerte.
Pero en la Ciencia Cristiana aprendemos que Dios es Amor. El libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras por Mary Baker Eddy, dice: “Dios es lo que las Escrituras declaran que Él es: la Vida, la Verdad, el Amor” (pág. 330). Yo había sido Científica Cristiana casi toda mi vida, y sabía en mi corazón que orar para comprender mejor a Dios como Amor me ayudaría. Llamé a un practicista de la Ciencia Cristiana para que me diera tratamiento por medio de la oración. Este apoyo fue invalorable, pues sentía que realmente no podía orar por mí misma. Trataba de leer la Lección Bíblica semanal de la Ciencia Cristiana, pero no lograba concentrarme. Sin embargo, recordaba valiosas ideas de pasajes de la Biblia y de Ciencia y Salud.
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