Mi familia y yo estábamos de vacaciones en la sabana australiana, que tiene grandes campos de pastizales y bosques. Llevábamos a pasear a nuestra perra Ginny. Ella no tenía la correa y se estaba divirtiendo mucho, porque había muchos olores nuevos y lugares por donde correr.
La estábamos pasando muy bien juntos, pero entonces Ginny desapareció. Todos nos preocupamos porque no sabíamos realmente dónde estábamos y era un lugar muy grande. ¡Ginny podía estar en cualquier parte!
Empezamos a caminar hacia lo profundo del bosque. Todos en mi familia se estaban poniendo cada vez más nerviosos y preocupados. Mi papá se acercó a mí porque yo tenía mucho miedo, y compartió este pasaje de la Biblia: “Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino un espíritu de poder, de amor y de buen juicio” (2 Timoteo 1:7, según la Biblia Dios Habla Hoy).
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