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Original Web

La respuesta a toda clase de necesidades

Del número de marzo de 2018 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

Apareció primero el 22 de enero de 2018 como original para la Web.


Cristo Jesús nos dice: “Vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis” (Mateo 6:8).

Pero, ¿a qué “cosas” específicas se estará refiriendo esto? Puede parecer que nuestras necesidades son respondidas por completo cuando recibimos algo físicamente tangible: un trabajo, un auto, un abrigo y cosas por el estilo. Ciertamente, esas cosas pueden ser importantes, incluso hasta necesarias. Pero ¿acaso obtener más cosas, de por sí, satisface nuestras necesidades de la forma más completa posible? No necesariamente.

La Biblia nos dice que Dios creó al hombre a Su imagen. Por ser la imagen de Dios, el Espíritu infinito, nuestra identidad real es espiritual, no física o mortal, y es completa, no le falta nada. A la creación de Dios nada se le puede agregar; ya está acabada, es completa (véase Génesis 2:1) y es “buena en gran manera” (Génesis 1:31). Lo que más necesitamos verdaderamente es alcanzar un entendimiento cada vez más grande de esta realidad espiritual, que también nos capacita para discernir las soluciones que responden a nuestras necesidades humanas.

Dios no solo ya sabe lo que necesitamos, sino que Él ya lo ha provisto. Depende de nosotros abrir nuestros corazones y mentes para recibir la inspiración que Dios, el Amor divino, nos está siempre enviando.

Por ser la imagen de Dios, el Espíritu infinito, nuestra identidad real es espiritual, no física o mortal, y es completa, no le falta nada.

Cuando, mediante la oración, obtenemos una mejor comprensión de que la creación espiritual de Dios ya existe y es completa, y de que asimismo nuestra individualidad espiritual ya es completa, entendemos que nuestra verdadera necesidad es alcanzar esta comprensión. Entonces vemos más de la bondad de Dios expresada en nuestra vida diaria, que se manifiesta no solo en los recursos materiales que necesitamos, sino también en salud y armonía. La inspiración que reemplaza un sentido material e imperfecto de la vida con una percepción mejorada de la realidad espiritual, lleva a la curación de toda creencia de escasez.

Recientemente tuve la oportunidad durante toda una semana de fortalecer mi gratitud por el constante cuidado que Dios nos brinda a mí y a todos.

Además de algunas necesidades personales que habían surgido, dos actividades de negocio ya hacía varios años que, de una forma u otra, no estaban yendo bien. Una de ellas era una empresa que se había quedado atrás financieramente en varias áreas y había estado funcionado por varios años viendo mes por mes cómo mantenerse a flote.

De modo que concretamente esa semana, yo estaba orando para comprender más cabalmente que la provisión no es algo que el hombre recibe en alguna fecha futura; es algo que reflejamos todo el tiempo porque somos la creación espiritual de Dios. Tenemos una provisión completa porque Dios es la única fuente infinita de la existencia del hombre, y Dios siempre es completo. Nunca hay ninguna escasez y nunca hay ninguna interrupción en nuestra fuente espiritual de provisión.

Esas oraciones me ayudaron a comprender más profundamente esta declaración de Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras: “El Amor divino siempre ha respondido y siempre responderá a toda necesidad humana” (pág. 494). Encontré renovado aprecio por el concepto de “siempre” como inalterable y eterno, no como algo que ocurre de vez en cuando. Nuestras necesidades son respondidas todo el tiempo y de todas las formas posibles.

Profundizando en la idea de “por los siglos de los siglos” encontré este pasaje: “Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos” (2 Timoteo 4:18). La gloria es para siempre de Dios, y la promesa de liberar al hombre del mal —o de la falta de armonía de todo tipo— señala la gloria y el poder del Amor divino. 

En la Ciencia Cristiana aprendemos que lo que se denomina mal es la pretensión de que Dios está ausente. Por lo tanto, todo aquello que no es bueno no tiene verdadera sustancia, porque Dios es Todo. Sentirse liberado consiste en llegar a estar consciente aquí y ahora de la presencia y el amoroso cuidado ininterrumpidos de Dios por toda Su creación espiritual.

Estas ideas me ayudaron aún más aquella semana de una forma totalmente imprevisible. Una noche uno de nuestros hijos descubrió que nuestra yegua no había terminado su comida de la mañana, sin ninguna razón aparente. Esto causó preocupación. Era la única vez que podía recordar que ella no hubiera comido, y había estado con nosotros más de diez años, desde que era potranca. Al pensar en nuestra yegua esa noche, recordé que el trabajo específico de oración que había estado haciendo se relacionaba con nuestra fuente espiritual de provisión, nuestra única fuente verdadera.

Aquella noche, pensando en nuestra yegua, comprendí que ser liberado “de toda obra mala” podía fácilmente aplicarse a la plena provisión de salud. Si bien, había empezado la semana orando por otros aspectos de la provisión, mis oraciones igualmente se aplicaban a la inalterable e ilimitada provisión de salud y armonía que expresa toda la creación espiritual de Dios.

Somos preservados, y nuestra existencia espiritual es inalterable, intacta y siempre completa, cualesquiera sean las pretensiones mortales que digan lo contrario. Nunca podemos estar fuera o separados del reino celestial y armonioso de Dios. Ese reino espiritual es la única realidad; cualquier otra pretensión es una mentira, una creencia falsa.

Ciencia y Saludnos dice: “La Mente divina mantiene todas las identidades, desde una brizna de hierba hasta una estrella, inconfundibles y eternas” (pág. 70). La identidad de nuestra yegua como idea espiritual está asegurada y es eterna, jamás es interrumpida y nunca es menos que perfecta. Ella ya estaba sana y siempre lo había estado. Eso hizo que me tranquilizara y dejara de preocuparme por nuestra yegua. Sabía que su verdadera identidad nunca había cambiado.

Cuando salí a alimentarla a la mañana siguiente, me sentí agradecido cuando me recibió un caballo saludable y hambriento, que con toda felicidad comió su desayuno y ha comido normalmente desde entonces.

Ah, sí, respecto a aquellas necesidades personales y de negocios, también se resolvieron antes de que terminara la semana, incluso surgió de una fuente inesperada una solución financiera a largo plazo para el negocio. ¡Fue una semana fantástica! La Mente divina había proporcionado las ideas exactas que se necesitaban para elevar mi entendimiento y resolver los diversos desafíos que por un tiempo había estado enfrentando, así como para prepararme incluso de antemano para los que surgieron aquella semana.

Todos podemos recurrir a Dios y escuchar, para recibir la inspiración que responde a toda clase de necesidades.

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