¿Qué pasaría si fueras a una entrevista de trabajo sabiendo que ya eres un empleado valioso con un potencial y talento ilimitados, y que ya tienes el mejor trabajo que podrías tener, así como los recursos infinitos a tu disposición y todos los beneficios que uno necesita para tener éxito y sentirse seguro?
A menudo se piensa tradicionalmente que Dios es nuestro verdadero Padre. Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana, pone el mismo énfasis en la maternidad de Dios refiriéndose a Dios como Padre-Madre, así como “nuestro Ministro y el gran Médico” (Escritos Misceláneos 1883–1896, pág. 151).
Pero ¿con cuánta frecuencia pensamos en Dios también como el gran empleador?
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