¿Sientes que a veces es difícil amar a los demás? Cuando somos sinceros y persistentes en nuestra oración para “incluir a todo el género humano en un solo afecto”, nos damos cuenta de que amar a los demás no es una tarea ardua, sino una alegría.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!