Todos tenemos momentos en la vida en que necesitamos tomar decisiones fundamentales. Cuando pensamos en qué debemos hacer, e incluso cuando oramos para saber la forma correcta de salir adelante, tal vez seamos tentados a ser influenciados por las opiniones de los demás. Sin embargo, a lo largo de los años he aprendido a escuchar detenidamente y a estar atenta a las indicaciones de Dios.
Dios, la Mente infinita, está comunicando la comprensión que necesitamos ahora y eternamente. Para escucharlo, debemos mantener abiertas las líneas de comunicación por medio de la oración, escuchando constantemente, atentos a las ideas inteligentes de la Mente divina. La oración requiere que dejemos de lado los pensamientos y planes preconcebidos y con humildad estemos dispuestos a ceder a la dirección de la Mente divina. Entonces, como dice la Biblia: “Tus oídos oirán detrás de ti una palabra: Este es el camino, andad en él, ya sea que vayáis a la derecha o a la izquierda” (Isaías 30:21, LBLA).
Cada uno de nosotros posee la capacidad de hacer esto por medio del sentido espiritual del cual el texto fundamental de Mary Baker Eddy sobre la Ciencia Cristiana dice que es “una capacidad consciente y constante de comprender a Dios” (Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, pág. 209). Podemos orar para saber que nada puede obstaculizar nuestro sentido espiritual, nuestra capacidad para estar en comunión con Dios y escuchar Su dirección.
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