Querido Lector:
Los libros de texto que estudiaba en el bachillerato eran útiles. Sin embargo, en aquella época sentía el deseo de hallar un mayor equilibrio entre el intelecto y las emociones, y no fue en esos libros donde lo encontré. Fue en la música. Posteriormente hallé una frase corta que capta el porqué, y, tal vez, sorprendentemente, es una cita de un libro de texto: la obra principal de Mary Baker Eddy sobre la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras. El mismo dice: “La música es el ritmo de la cabeza y del corazón” (pág. 213).
Este era un libro que yo podía leer, de hecho, devorar y, no obstante, regresar continuamente al mismo, porque el libro de texto de la Ciencia Cristiana rebosa inteligencia y corazón. Veamos, por ejemplo, esta frase: “Las ráfagas invernales de la tierra pueden desarraigar las flores del afecto, y dispersarlas a los vientos; pero esta ruptura de lazos carnales sirve para unir más estrechamente el pensamiento con Dios, porque el Amor apoya el corazón que lucha hasta que cesa de suspirar por el mundo y empieza a desplegar sus alas hacia el cielo” (pág. 57).
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