Al escribir este artículo, las empresas en los Estados Unidos han comenzado a abrir sus puertas en diferentes etapas, no obstante, persiste la preocupación respecto a la salud de los empleadores, empleados y clientes conforme a la situación actual de la pandemia del COVID-19.
Han transcurrido meses desde la última vez que visité un negocio de la zona que me encanta. Ese día, un sábado, normalmente hubiera estado muy concurrido, pero no fue de ninguna manera usual. Esta popular tienda de antigüedades en mi vecindario suburbano estaba casi vacía cuando la fui a visitar. Con la esperanza de que tal vez se debiera a que todo el mundo estaba afuera aprovechando el clima cálido y soleado, se lo comenté a la dueña de la tienda mientras charlábamos.
Pero ella pensaba algo diferente. “Creo que es el coronavirus”, dijo. Luego, con una mirada llena de determinación, agregó: “Pero no permitimos que eso entre aquí”.
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