El último año ha sido especialmente difícil para los propietarios de negocios, como sé personalmente. Para mi pequeño negocio, 2020 comenzó muy lentamente en medio de mucha incertidumbre relacionada con la pandemia. Mi empresa estaba perdiendo varias oportunidades comerciales en las que normalmente participábamos.
Pero no fue sino hasta que mi cliente más grande me dejó fuera de un gran proyecto, que me di cuenta de que mi negocio iba en una dirección negativa. Este cliente en particular tiene la política de usar siempre dos proveedores para cada proyecto, pero me dijeron que esta vez habían adjudicado todo su negocio a mi competidor, principalmente debido a un malentendido de mi propuesta. Me pareció increíble que el cliente de alguna manera hubiera malinterpretado mi propuesta y, sorprendentemente, ni siquiera se hubiera comunicado conmigo para aclararlo.
Para colmo, los informes diarios sobre la pandemia presentaban una perspectiva negativa y deprimente para muchas empresas, así como para el mundo en general. Me sentí arrastrado por estos informes y por mi situación empresarial, y no quise ir a mi oficina los días siguientes.
Varios cientos de empleados de la fábrica se beneficiaron de esta oportunidad de trabajo tan necesaria.
Como estudiante de toda la vida de la Ciencia Cristiana, sabía que esta negatividad y malestar podían sanar, así como las circunstancias que parecían causarlas. Me puse como meta diaria elevar mi pensamiento mediante una comprensión espiritual tanto de Dios como de mi relación con Él. Puse especial énfasis en comenzar cada día con el estudio de la Lección Bíblica de la semana que se publica en el Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana, y leí muchos artículos del Christian Science Journal y Sentinel.
Como resultado de este estudio y oración regulares, me sentí más inspirado y mucho más cerca de Dios. Seguí orando todos los días para comprender que Dios es la fuente de todo el bien, y que, puesto que es infinito, Su bondad es infinita y no puede agotarse. De hecho, el bien que Dios suministra para toda la creación es como un río poderoso, que fluye ininterrumpido y sin obstáculos. Razoné que Dios, el bien, era lo único que realmente estaba sucediendo en mi experiencia y en toda Su creación.
Durante las siguientes semanas, las situaciones comerciales negativas se revirtieron una por una. ¿Y qué pasó con mi cliente más grande? Volvió con un nuevo conjunto de oportunidades que mantendrían nuestro negocio funcionando durante todo el año. Y yo no fui el único bendecido por este cambio. El regreso de este cliente también influyó en la fábrica que contraté, cuyos varios cientos de empleados se beneficiaron de esta oportunidad de trabajo tan necesaria.
A medida que 2020 llegaba a su fin, me di cuenta de que este había sido uno de los más exitosos de los últimos 25 años para mi negocio. Pero para mí lo más importante era que fue una época de gran crecimiento espiritual. La oración constante junto con el estudio de la Lección Bíblica semanal estableció una base firme para mí cada día. Y la lectura diaria de las publicaciones periódicas de la Ciencia Cristiana fue el broche de oro. Estoy profundamente agradecido a la Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana, Mary Baker Eddy, por establecer la Iglesia de Cristo, Científico, y por proporcionarnos estas herramientas de estudio que son tan útiles en nuestro crecimiento espiritual.
