Pequeñas historias con grandes significados. Así es como una vez escuché describir las parábolas de Cristo Jesús. En un momento en que algunas actividades en mi vida estaban terminando y oraba por mi propósito y empleo, encontré que las parábolas de la “semilla”, en el capítulo 13 del Evangelio de Mateo eran una luz en mi camino.
Examinarlas desde otra perspectiva en lugar de a través de las capas de interpretación que había adoptado a lo largo de los años me dio nuevas ideas. La primera de las parábolas mencionadas es la historia del sembrador cuyas semillas cayeron en cuatro sitios diferentes: junto al camino, en pedregales, entre espinos y en buena tierra (véanse versículos 3-23). Jesús explica que cada uno representa cómo los diferentes estados de pensamiento recibirán el mensaje de Dios.
Mientras oraba para saber cómo seguir adelante, noté algunas espinas en mi pensamiento: dudas que me frenaban. ¿Quién querría emplear a alguien que hace tantos años que no tiene un puesto de tiempo completo, no posee mucha experiencia reciente o que podría considerarse como demasiado vieja? Estos problemas parecían particularmente difíciles en un momento de alto desempleo como resultado de la pandemia de Covid-19.
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