El Sentinel tiene un lugar especial en mi corazón porque es el medio a través del cual la Ciencia Cristiana llegó a mi familia. Poco después de que el Sentinel fuera establecido por Mary Baker Eddy, en 1898, la tía abuela de mi madre sanó rápidamente de un caso grave de hidropesía al leer artículos en un número de la revista.
Mi madre estudió y practicó la Ciencia Cristiana toda su vida y fue un resplandeciente ejemplo para mí. Me siento profundamente en deuda con ella por haber sido un modelo de firme devoción a asistir a los servicios de la iglesia de la Ciencia Cristiana, llevarme a la Escuela Dominical, leer la Lección Bíblica semanal que se encuentra en el Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana, y lo más importante, por recurrir a Dios en oración para cada necesidad. He abrazado esta misma base sólida que me ha sostenido a lo largo de mi vida, y he tenido innumerables curaciones.
Compartiré una curación que se ha convertido en una piedra angular para mí cada vez que el temor parece particularmente agresivo. Isaías 59:19 (KJV) dice: “Cuando el enemigo venga como río, el Espíritu del Señor levantará bandera contra él”. Según entiendo, la bandera o regla que Dios levanta contra el enemigo del temor está claramente expresada en Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, por la Sra. Eddy: “La comprensión a la manera de Cristo del ser científico y de la curación divina incluye un Principio perfecto e idea perfecta —Dios perfecto y hombre perfecto— como base del pensamiento y la demostración” (pág. 259).
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