Puede haber ocasiones en que las palabras inspiradoras y específicas sean útiles, quizá cuando se trata de una dificultad física que es restrictiva e incluso aterradora. Tal vez le pidas a un amigo, pariente o a un practicista (alguien que da tratamiento a otros mediante la oración) una cita inspiradora de la Biblia o de uno de los escritos de Mary Baker Eddy para orar. O simplemente abras estos libros o una de las revistas de la Ciencia Cristiana y encuentres dicho pasaje, y recibas la inspiración que necesitas.
La Sra. Eddy, la Descubridora de la Ciencia Cristiana, siguió las enseñanzas de Cristo Jesús, escuchó a Dios y escribió lo que recibió. Muchas de sus declaraciones se convirtieron en aquellas con las que a los Científicos Cristianos les encanta orar y leer. Ella nos proporcionó muchos materiales que podemos estudiar y sobre los que podemos reflexionar. Esta revista fue fundada por ella para que los Científicos Cristianos compartieran sus vislumbres espirituales y experiencias de curación con lectores de todo el mundo. (¡Es por esa razón que escribo este artículo!)
No es ninguna novedad que las palabras son útiles para comunicarse. A menudo usamos palabras en nuestras oraciones; Le pedimos ayuda a Dios o Le agradecemos. Proporcionan una estructura. Podemos escuchar palabras amables y alentadoras, y nos nutren con un mensaje significativo, a veces con una sorpresa: alguna inspiración que nos hace hacer una pausa y apreciar un pensamiento que no habíamos anticipado.
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