Después de graduarme de la universidad, decidí mudarme al otro lado del país para dedicarme a la música. Mientras me preparaba para dejar la casa de mi infancia, fui al ático a buscar una maleta y me topé con el ejemplar de Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, por Mary Baker Eddy, que perteneció a mi abuela. Esta fue la primera vez que vi el libro o me encontré con la Ciencia Cristiana, y me intrigó el sello de la portada que mostraba una cruz con una corona. Lo guardé en mi auto al mudarme a Los Ángeles.
Después de establecerme como músico, alquilé un apartamento en una ciudad costera. Mientras vivía allí, me lesioné la mano en una caída, y tocar el piano se volvió casi imposible.
Me sentí impulsado a abrir Ciencia y Salud y leer un párrafo. Así lo hice y luego dejé el libro en el piano. Al día siguiente, mientras estaba sentado al piano anhelando tocar, tomé el libro. En ese momento me di cuenta de que mi mano estaba completamente sana. Yo no sabía nada acerca de la curación en la Ciencia Cristiana, así que me pregunté: ¿Qué había pasado? ¿Cómo ocurrió esto? Aunque confundido, estaba muy contento. Desde entonces he sentido que recurrir al libro simbolizaba acercarse a Dios.
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