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Los Artículos de Fe de la Ciencia Cristiana: Mantienen las cosas unidas

Del número de junio de 2024 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

Apareció primero el 22 de marzo de 2024 como original para la Web.


Cuando me gradué de la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana y comencé a asistir a los servicios religiosos, me pregunté por qué el orden de los servicios del domingo del Sacramento era diferente. ¿Por qué se incorporaron los artículos de fe en el domingo del Sacramento? ¿Por qué son importantes para los miembros de la iglesia hoy en día?

Años después, al enfrentar un severo desafío, me propuse aprender más sobre los artículos de fe y descubrí que nuestra Guía, Mary Baker Eddy, los menciona muchas veces en el Manual de La Iglesia Madre. Y se dan en su respuesta a la pregunta “¿Tienen los Científicos Cristianos algún credo religioso?” en el capítulo “Recapitulación” del libro de texto de la Ciencia Cristiana. Su respuesta comienza: “No lo tienen, si por ese término se quiere decir creencias doctrinales. Lo que sigue es una breve exposición de los puntos importantes, o artículos de fe, de la Ciencia Cristiana… (Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, págs. 496-497).

Para mí, eso demuestra su importancia. El libro de texto incluye todo lo que necesitamos aprender acerca de cómo sanar como Cristo Jesús enseñó y demostró. El Manual nos proporciona todo lo que necesitamos para establecer y mantener nuestras iglesias y para comportarnos como miembros de la iglesia. La Biblia, junto con estos dos volúmenes, nos da una base para practicar la Ciencia Cristiana y ser un miembro activo de la iglesia. 

Las solicitudes de afiliación de la iglesia en el Manual estipulan que, para ser elegibles, los solicitantes deben ser capaces de “estar de acuerdo con los Artículos de Fe y Reglas de La Primera Iglesia de Cristo, Científico” (págs. 114, 116, 118). De manera que, no solo necesitamos estar de acuerdo unos con otros como miembros de la iglesia, sino que también debemos estar de acuerdo con los artículos de fe. Los recibimos con agrado en nuestras vidas como un fundamento en nuestra comprensión del amor de Dios que todo lo abarca por la humanidad. 

Dios le ha dado a la iglesia el poderoso propósito de sanar el pecado, la enfermedad y la muerte en todo el mundo.

El Manual advierte en contra de apartarse de los artículos de fe y hace hincapié en la necesidad de vivir la vida de un Científico Cristiano. En otras palabras, debemos esforzarnos por vivir no solo la letra, sino el espíritu puro de todo lo que está implícito en los artículos de fe, en seguir a Cristo Jesús, el Mostrador del Camino.

El severo desafío al que me enfrentaba resultó ser una oportunidad para comprender el poder sanador inherente a los artículos de fe. Me había lesionado gravemente el brazo, lo que dificultaba el movimiento normal y me resultaba extremadamente doloroso. Debido a que necesitaba ayuda con las tareas diarias, decidí quedarme en un sanatorio de enfermería de la Ciencia Cristiana. Allí, los enfermeros de la Ciencia Cristiana emplearon su “sabiduría práctica” (Manual, pág. 49) para atender mis necesidades, envolverme el brazo y darme un cabestrillo para ayudar a estabilizarlo. Otro residente me llevaba al trabajo todos los días, donde me preparaba para el año escolar como maestra de escuela media.

Estoy agradecida de que cada necesidad haya sido bellamente satisfecha a medida que surgió. Me sentía segura de que la curación se realizaría, ya que había sido testigo de muchas curaciones mediante la Ciencia Cristiana dentro de mi familia: curaciones de deformidades, problemas de relación, diversas enfermedades y dientes desalineados. También fui testigo de la protección contra accidentes. 

Aunque no busqué un diagnóstico o una causa para la dificultad, escuchaba y seguía lo que me llegaba cuando oraba. Pensé en la descripción de la Biblia como la “carta de navegación de la vida” (Ciencia y Salud, pág. 24). En vista de esto, no es sorprendente que el primer artículo de fe sea: “Como quienes se adhieren a la Verdad, tomamos la Palabra inspirada de la Biblia como nuestra guía suficiente hacia la Vida eterna” (Ciencia y Salud, pág. 497). Este artículo de fe nos invita a beber de la “Palabra inspirada” de la Biblia individual y colectivamente como “adherentes de la Verdad”. Y debido a que la “guía suficiente” promete un suministro ilimitado de todo lo que necesitamos, nos asegura que la demostración de la “vida eterna” es posible por medio de la instrucción, el consuelo y la inspiración de la Biblia. 

Un día, mientras oraba, me sorprendí cuando me vino a la mente la frase “estacas y cuerdas”. Mi investigación me llevó a donde se les da a los hijos de Israel la tarea de construir el tabernáculo. Éxodo 35 dice: “Y habló Moisés a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que el Señor ha ordenado, diciendo: … Y que venga todo hombre hábil de entre vosotros y haga todo lo que el Señor ha ordenado: el tabernáculo, su tienda y sus cubiertas, sus broches y sus tablas, sus barras, sus columnas y sus basas; … las estacas del tabernáculo y las estacas del atrio y sus cuerdas” (versículos 4, 10, 11, 18, LBLA). 

También fui llevada a profundizar en las palabras artículos de fe (tenet en el original en inglés). Aprendí que es un derivado de la palabra latina tenere, que significa “retener”, “guardar”, “mantener” (etymonline.com). Me sentí inspirada a estudiar los artículos de fe de la Ciencia Cristiana y, durante los días siguientes, los estudié tanto que los memoricé y se convirtieron en el cimiento de mi vida cotidiana. Estaban en mi pensamiento y en mi corazón mañana, tarde y noche, en casa y en el trabajo, mientras me acompañaban y consideraba profundamente su significado.

Así como las estacas y las cuerdas ayudaron a mantener unida la estructura del tabernáculo, los artículos de fe ocupan un lugar similar en la Ciencia Cristiana. No sólo establecen un vínculo sólido entre el Manual y Ciencia y Salud, sino que también nos muestran cómo ampliar nuestra comprensión de la idea espiritual de Iglesia y cómo construir y defender la institución de la Iglesia.

La Sra. Eddy define la Iglesia de esta manera: “La estructura de la Verdad y el Amor; todo lo que descansa sobre el Principio divino y procede de él.

“La Iglesia es aquella institución que da prueba de su utilidad y se halla elevando la raza, despertando el entendimiento dormido de las creencias materiales a la comprensión de las ideas espirituales y la demostración de la Ciencia divina, así echando fuera los demonios, o el error, y sanando a los enfermos” (Ciencia y Salud, pág. 583). Dios le ha dado a la iglesia el poderoso propósito de sanar el pecado, la enfermedad y la muerte en todo el mundo. 

Con estas profundas vislumbres espirituales, comprendí de mi oración que todo mi ser se mantiene unido y seguro eternamente a través del gran amor de Dios por mí, y a través del Consolador, la Ciencia divina. Poco después de que comenzara el año escolar, asistía a una reunión de testimonios de los miércoles por la noche en la Iglesia, cuando sentí una presión cálida y suave en mi brazo. Entonces sentí que todo volvía a su lugar. Salí de esa reunión completamente sana, con el uso completo de mi brazo restaurado. ¡Fue un apacible momento de aleluya! He podido mover el brazo de manera normal y completa desde que ocurrió esta curación hace diez años.

Por supuesto, esta inspiradora instancia jamás me ha abandonado. Y he seguido apreciando la comprensión cada vez más profunda de los vínculos entre la Biblia, el libro de texto de la Ciencia Cristiana y el Manual. Juntos, nos dan todo lo que necesitamos para construir y mantener nuestras iglesias, para que podamos, individual y colectivamente, ayudar a traer curación al mundo.

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