Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana, escribió una vez: “... ni el formulismo ni el ultraje impidieron el proceso divino. Jesús no tuvo necesidad ni de ciclos de tiempo ni de ciclos de pensamiento a fin de madurar la aptitud para llegar a la perfección y sus posibilidades” (La unidad del bien, pág. 11). Una definición de formulismo es “rutina o procedimiento oficial caracterizado por una complejidad excesiva que da lugar a demoras o inacción”; el ultraje se define como “un acto que ofende la dignidad o el respeto propio de una persona” (merriam-webster.com).
Podemos encontrarnos con retrasos, inacción o incluso humillación cuando trabajamos para lograr determinados objetivos en la vida diaria. Pero las enseñanzas de la Ciencia Cristiana muestran que no estamos sujetos a la burocracia ni a la complejidad excesiva. Jesús encontró respuestas inmediatas a las dificultades relacionadas con la provisión, la salud y la actividad correcta frente a los farisaicos intentos de impedir el progreso y someter la actividad a complicaciones y reglas y rituales materiales.
El poder de Dios para gobernar e informar es absoluto, y el hecho de que haya un solo Dios, que es del todo bueno, asegura interacciones armoniosas, incluso ante la oposición. Esto garantiza que hasta la burocracia esté subordinada a la autoridad espiritual; ya que no puede tener una estrategia o agenda, ni un canal para difundir información errónea. Podemos saber que no hay obstrucción a la acción constante e inalterable de Dios, el Principio divino.
Nada puede detener las fuerzas eternas y dinámicas del bien, porque la creación de Dios está completa: no tiene carencias ni pérdidas. En el reino de Dios no hay burocracia que usurpe la autoridad de Dios y sugiera que somos víctimas indefensas de un sistema despiadado. Dios obra, ¿y quién puede impedirlo? La Biblia dice: “He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá” (Eclesiastés 3:14).
Las enseñanzas de la Ciencia Cristiana muestran que no estamos sujetos a la burocracia ni a la complejidad excesiva.
Tuvimos una experiencia con nuestro hijo que envolvió una política escolar que determinaba que un crédito de matemáticas de otra escuela no sería aceptado como crédito de una transferencia. Nuestro hijo necesitaba este crédito para graduarse, y parecía que no había solución que le permitiera seguir adelante. Junto con la oración de un practicista de la Ciencia Cristiana, oré para comprender que la Mente única, Dios, es el Amor divino y no puede ser anulado por las opiniones humanas y el formulismo. También me aparté del sentimiento de que yo sabía la respuesta correcta, y acepté en cambio la verdad de que Dios ya estaba comunicando claramente a cada persona involucrada, por ser hija de Dios, cómo debía proceder.
Inesperadamente, el director sugirió que nuestro hijo podría cumplir con el crédito de matemáticas mediante un curso específico en línea que la nueva escuela podía supervisar. Este era un enfoque que nadie había imaginado anteriormente. La solución fue claramente el resultado de la Mente divina en operación y, como beneficio adicional, permitió que nuestro hijo terminara el bachillerato un semestre antes durante el confinamiento por la pandemia del Covid-19.
Más recientemente, mi esposo puso en venta un negocio y oramos a cada paso del camino. Pero una semana antes de la venta, surgió un problema burocrático de licencias que, según nos dijeron, la retrasaría uno o dos meses. Después de haber orado durante la situación de la escuela con resultados satisfactorios para todos los interesados, rechacé de inmediato la demora como una posibilidad en el reino de Dios. Estuve atenta y escuché la dirección de Dios sobre cada paso, incluso saber qué decir. En un día, se resolvió el problema de la licencia y se recibió la documentación adecuada. La venta se llevó a cabo según lo programado. Desde entonces, nos hemos enterado de que el momento específico de la venta fue una bendición para todos, incluido el nuevo propietario del negocio y su joven familia.
La creación de Dios no es caótica, llena de obstáculos y confusión, sino que está perfectamente establecida, ordenada y gobernada. Cada individuo tiene una relación única y completa con Dios, quien satisface todas las necesidades. La armonía y la acción correcta sin trabas son inherentes al reino de Dios, y el Amor divino gobierna los pensamientos, los sentimientos y las vidas de todos. No hay fuerza que se oponga a Dios o que sea capaz de poner barreras entre las ideas correctas y su manifestación.
El gobierno perfecto y amoroso de Dios está guiando a todas las personas en este momento. Cada uno de nosotros puede estar agradecido a nuestro Padre-Madre divino, porque conocer estas verdades no puede sino sacar a la luz y promover la acción correcta. Y podemos esperar a ver esto en nuestra vida diaria.
