Estaba con mi familia en un vivero. No me sentía muy bien.
Le pregunté a mamá si podía ir al baño y me dijo que sí. Entré allí para tener un poco de tiempo para pensar.
Esto es lo que pensé. Sabía que Dios estaba conmigo. En la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana, he aprendido que el amor de Dios está en todas partes y que yo estoy siempre en Sus brazos amorosos. Oré una oración para niños escrita por Mary Baker Eddy que aprendí en la Escuela Dominical. Dice así:
Padre-Madre Dios,
en Tu amor,
guárdame al dormir,
guía mis pies al ir
de Ti en pos.
(Escritos Misceláneos, pág. 400)
No iba a dormir en ese momento, pero orar esa oración me ayudó a sentir el amor de Dios. Luego dije la “Oración Diaria” y el Padre Nuestro.
Me sentí mucho mejor después de orar. Así que fui a buscar a mamá. Me dijo que ella también había estado orando. Me sentía bien de nuevo cuando volvimos a reunirnos con el resto de mi familia.
Gracias, Dios.
