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Original Web

Breve relato espiritual

No hay separación en el Amor

Del número de septiembre de 2024 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

Apareció primero el 24 de abril de 2024 como original para la Web.


Sabíamos desde hacía meses que nuestro hijo mayor y su esposa, que estaba embarazada de nuestro primer nieto, se iban a mudar a Australia. Pensé que estaba preparada para esto, pero dos días antes de que se fueran, estaba profundamente angustiada porque parecía una pérdida más en una serie de pérdidas después de que mis padres y varios amigos queridos habían fallecido en los últimos años. 

Necesitaba orar, así que salí a caminar. Clamé a Dios: “¡Ayúdame!”. Entonces escuché que alguien me llamaba por mi nombre. Mi primer instinto fue mirar hacia arriba, pero en lugar de eso miré hacia atrás para ver a mi vecina caminando hacia mí. Me dio un fuerte abrazo, me dijo que había estado pensando en mí y me preguntó cómo estaba. Le conté mi lucha, y ella lo entendió ya que tenía hijos a cientos de kilómetros de distancia en múltiples direcciones. Hablamos durante un rato acerca de recurrir a Dios en busca de ayuda, y supe que ella era exactamente la persona adecuada con quien estar en ese momento.

Esa tarde leí un pasaje de Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, por Mary Baker Eddy, que me recordó que Dios, el Amor, había creado a mis hijos: “Mantén claramente en el pensamiento que el hombre es vástago de Dios, no del hombre; que el hombre es espiritual, no material; …” (pág. 396). Sabía que mis dos hijos necesitaban tener sus propias experiencias de vida y que podía confiar en Dios, su Padre-Madre, para que cuidara de ellos.

Cuando me desperté a la mañana siguiente, sentí como si me hubieran quitado una pesada carga de encima. Comprendí que nuestro Padre-Madre Dios tiene un bien maravilloso, no solo para mi familia, sino para mí también.  

El día de la partida, el sentimiento de pérdida llegó brevemente cuando intercambiamos los últimos abrazos. Pero en el camino de regreso a casa, me sentí libre. Quedó claro que no hay separación en Dios; todos vivimos en Dios, el Amor infinito y estamos siempre conectados unos con otros. Más tarde, me di cuenta de que una de las funciones más importantes de mi hijo es ser padre de nuestro nieto. Honrar que mi hijo expresa la paternidad de Dios es una de las formas más importantes y amorosas en que puedo apoyarlo.    

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