Siempre he creído en Dios, pero desde que me dieron a conocer la Ciencia Cristiana, veo a Dios de una manera nueva y reconozco y proclamo Su poder y totalidad.
Los acontecimientos que me llevaron a este punto comenzaron un miércoles a principios de 2020 cuando mi nuera me llamó para decirme que mi hijo mayor, normalmente un hombre fuerte y sano, estaba extremadamente enfermo. Los síntomas eran alarmantes. Lo llevamos de inmediato al hospital más cercano. Esa noche, el médico nos dijo que mi hijo había dado positivo en la prueba de Covid-19 y me llené de miedo.
Poco después de la medianoche, mi hijo me llamó. Parecía muy asustado. Empecé a orar a Dios. Oré toda la noche. A la mañana siguiente, a mi nuera y a mí nos dijeron que, debido a que habíamos estado expuestas al virus, debíamos aislarnos en casa.
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