Estas tres palabras, “Venga tu reino” (Mateo 6:10), que Cristo Jesús nos dio en el Padre Nuestro, son una invitación a dejar que Dios, no la voluntad humana, gobierne nuestros pensamientos y acciones día a día. Jesús dejó en claro nuestra necesidad de hacer esto al comienzo de su ministerio cuando dijo: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:17).
Mary Baker Eddy dio el siguiente Estatuto a los miembros de la Iglesia que fundó: “Será deber de cada miembro de esta Iglesia orar diariamente: ‘Venga Tu reino’; haz que el reino de la Verdad, la Vida y el Amor divinos se establezca en mí, y quita de mí todo pecado; ¡y que Tu Palabra fecunde los afectos de toda la humanidad, y los gobierne!!” (Manual de La Iglesia Madre, pág. 41). Este Estatuto, titulado “La oración diaria”, es una guía indispensable en la práctica diaria de la curación de la Ciencia Cristiana. Esto es algo de lo que he encontrado útil en esta “oración diaria”.
Será deber de cada miembro de esta Iglesia orar diariamente: ‘Venga tu reino’; …
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