Ante las recientes inundaciones alrededor del mundo, especialmente en España, cada pensamiento afectuoso por las personas y áreas afectadas es una oración sanadora en apoyo de los esfuerzos para ayudar y reconstruir.
En los últimos meses, las noticias sobre inundaciones en Asia, Europa, África y las Américas han captado nuestra atención. Como soy originalmente de Brasil y he estado en España varias veces, he seguido de cerca las noticias sobre las inundaciones que se están padeciendo en ambos países a fin de poder orar con más eficacia.
Cuando escuchamos acerca del gran número de muertos o de personas afectadas en tales sucesos, es fácil sentirse impotente y desesperado. Pero en momentos como este, también vemos florecer la humanidad de las personas. Los voluntarios acuden desde lejos para participar en cualquier trabajo de rescate que sea necesario. Expresan la bondad y la creatividad que Dios da, al recaudar fondos y recolectar alimentos y ropa para ayudar a los necesitados. Superan los miedos y extienden sus manos para ayudar a los extraños.