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Mientras intentaba ayudar a su hermanita a encontrar a Fluffy, una querida gatita de peluche, Holly le pidió a Dios que la ayudara. Y lo hizo, a través de mensajes angelicales que la guiaron a encontrar a Fluffy.
El Cristo nos llama a mirar más allá de la percepción de la existencia humana como una experiencia sombría, destinada a morir, y reconoce que la Vida, Dios, es hermosa, fresca, continua y nueva.
Tal vez sientas que tu Navidad está demasiado llena de actividades o expectativas después de la tan disminuida Navidad del año pasado, o demasiado llena de cuestionamientos acerca de si es conveniente celebrarla bajo la sombra de la continua incertidumbre. O quizá tus festividades no están lo suficientemente llenas, porque estás a la espera de una invitación para reunirte con amigos o familiares.
Era Nochebuena y sufría de lo que parecían ser síntomas de neumonía. Ella sanó al orar y meditar que el regalo de Dios del Cristo, la Verdad, para todos nosotros está eternamente presente, mostrando que la salud, la abundancia, la bondad y la alegría están presentes y nunca se pueden perder.
Para esta autora, la baja autoestima, la ansiedad y la depresión parecían la norma, y le costaba entender quién era o por qué existía siquiera. Cuando un mensaje de texto de su hermano la refirió a Ciencia y Salud para encontrar respuestas, su ira se convirtió inesperadamente en alivio y asombro.
Su compromiso de estar en la Escuela Dominical era un deseo innato de conocer mejor a Dios y seguirlo más. Lo que obtuvo de la Escuela Dominical hizo que esa asistencia “obligatoria” pareciera un regalo.
La economía divina es estable —el flujo continuo del bien espiritual— no es caótica ni impredecible.
Al espiritualizar nuestro pensamiento, obtenemos una perspectiva mejor y más verdadera de nuestra inmortalidad, nuestra existencia espiritual, nuestra vida eterna.
La vida es una: es espiritual, está en Dios y es de Dios aquí, ahora y siempre. Saber esto nos lleva más allá del dolor, hacia la gratitud por la vida espiritual continua de miembros de la familia o amigos que han fallecido.
A través de su estudio de la Ciencia Cristiana, esta autora comprendió que la Vida jamás está en ningún cuerpo material, sino que es una expresión presente de la consciencia espiritual aquí y ahora, y para siempre.