Me ha costado saber que Dios me ama y que puedo apoyarme en Él para que me ayude en todo. Antes creía que Él solo atiende emergencias, que no debía molestarlo con otros problemas. Hasta creía que era como un pecado recurrir a Dios por todo. Hoy estoy segura de que Él nos ama infinitamente a cada uno, que todos somos valiosos para Él, y que es nuestro pronto auxilio.
Hace unos ocho años me aparecieron unas pelotitas en el párpado. Fui al médico y me examinó y me dijo que requería de una operación y que podía ser costosa, y no había ninguna garantía de que desaparecieran por completo. También mencionó que los crecimientos podían desarrollarse en el otro párpado.
En lugar de hacerme la cirugía, decidí hablar con un practicista de la Ciencia Cristiana y pedirle tratamiento metafísico u oración. Yo ya había tenido curaciones por medio de la Ciencia Cristiana y pensé que era mi mejor opción.
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