
Relatos de curación
Me resultaba inspirador porque declaraba que Dios, el Amor, es el poder sanador en todas las relaciones. Acepté esto por completo y me sentí totalmente una con el Amor divino.
La verdadera Mente, la única Mente real, es Dios, y esa Mente es el Espíritu divino, y todo el bien.
Descubrí que mi honesto deseo de estar en la práctica pública de la Ciencia Cristiana no era suficiente; se requería un compromiso total con este trabajo santo.
Era natural para mí saber que Dios estaba presente y que yo recibía Su cuidado.
Sabía que mi esfuerzo por preparar la comida provenía de mi amor por nuestros amigos, y me negué a permitir que algo agobiara o estorbara esta ocasión feliz.
También pude ver que la infinita bondad y omnipotencia de la Verdad eterna, Dios, anulan cualquier creencia de deterioro relacionada con el tiempo.
Al expresar una mayor humildad y obediencia a Dios, su comprensión del significado de la venida del Cristo se profundizó, y trajo curación y elevación espiritual a su experiencia.
Los niños son como pequeñas esponjas, absorben muy fácilmente los conceptos espirituales. Sentí que los pensamientos puros de estos niños contribuyeron a mi curación.
Estoy muy agradecida por la Ciencia del Cristo que explica Ciencia y Salud. El estudio de este libro y de la Biblia me ha guiado y sanado a lo largo de mi vida.
Comprendí que soy una idea perfecta de la Verdad y el Amor divinos que todo lo abarca; una manifestación perfectamente saludable de la Vida divina que es toda acción.