Relatos de curación
Un día, al descubrir una protuberancia en un pecho, me asusté terriblemente, pues pensé que podía ser cancerosa. Aun cuando había sido estudiante de Ciencia Cristiana por varios años y había experimentado la eficacia de la curación metafísica, me sentí simplemente aterrorizada.
Hace más de tres años, mientras estaba haciendo algunas reparaciones en nuestra casa, me di un golpe en un lado de la cabeza con una pesada barra de hierro que estábamos usando para remover el estuco exterior. La fuerza del impacto fue tal que casi me tiró al suelo, y, por un momento, sentí que estaba perdiendo el conocimiento.
Han pasado catorce años desde que expresé mi gratitud por escrito (mi primer testimonio fue publicado en el Christian Science Sentinel, en 1972). A través de los años, una comprensión de la Ciencia Cristiana ha enriquecido la vida de toda nuestra familia, y nos ha permitido sobreponernos a muchas dificultades por medio de nuestra confianza en el poder de Dios.
Desearía expresar mi gratitud a Dios por todas las bendiciones que he recibido como resultado de mi estudio de Ciencia Cristiana. Mis actividades han sido enriquecidas mediante la oración, y estoy constantemente obteniendo una mejor comprensión de Dios y de Su amor para con toda la humanidad.
Un día, nuestro hijo resbaló mientras hacía gimnasia en la escuela. Debido a que se lastimó un brazo, fue llevado inmediatamente a un hospital.
La Ciencia Cristiana llegó por primera vez a mi vida en un momento de gran necesidad. Acababa de tener una operación quirúrgica, y me habían dado pocas esperanzas para mi recuperación.
Crecí en la Ciencia Cristiana, y, por medio de ella, he experimentado muchas curaciones. Pienso que es hora de compartir un testimonio de curación en las publicaciones periódicas.
Me gustaría compartir con ustedes algunas de las bendiciones que he recibido por medio de la Ciencia Cristiana. En cierta ocasión, había estado padeciendo durante cinco años de una llaga en un dedo del pie, condición que había sido diagnosticada como incurable.
Cuando me interesé por la Ciencia Cristiana Christian Science (crischan sáiens) , hacía ya unos dieciséis años que era alcohólica. Además, fumaba mucho y constantemente estaba bajo el cuidado de un médico.
Hace algún tiempo, tuve una curación que ha sido sumamente importante para mí. Por medio de ella, experimenté un fortalecedor renacimiento espiritual, en el cual todas las cosas parecían bañadas por una nueva luz.