Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

Relatos de curación

Me gustaría expresar mi gratitud a Dios por traer la Ciencia Cristiana a mi vida. Yo venía de una familia en la cual había mucha enfermedad, y yo tenía un problema físico tras otro.

Me crié en la Ciencia Cristiana y siempre había seguido sus enseñanzas.

Me crié en la Ciencia Cristiana y siempre había seguido sus enseñanzas. Aun así, durante años no me dediqué por completo a la demostración de esta Ciencia.

Mi esposo y yo pertenecemos a la quinta generación de Científicos Cristianos en nuestra familia. Esto quiere decir que, por cerca de cien años, miembros de nuestra familia han confiado en Dios para la curación.

Hace muchos años tuve una enfermedad que fue diagnosticada...

Hace muchos años tuve una enfermedad que fue diagnosticada como artritis reumática. Tenía entonces doce años de edad.

Me agradaría expresar mi profunda gratitud por dos curaciones que tuve hace algunos años. Antes de haber logrado un conocimiento de la Ciencia Cristiana, había padecido mucho de la columna vertebral.

Desde mi niñez, he tenido el privilegio de estudiar, practicar y amar la Ciencia Cristiana. Lo que ella me ha enseñado de Dios y de la naturaleza real y espiritual del hombre, ha sido un camino de dirección, curación, protección, de ayuda en situaciones difíciles, y de consuelo en tiempo de pesar.

Por medio del estudio y la aplicación de las verdades de la Ciencia Cristiana*,...

Por medio del estudio y la aplicación de las verdades de la Ciencia Cristiana Christian Science (crischan sáiens) , mi esposo y yo hemos podido probar en muchas ocasiones que Dios es, en realidad, la verdadera fuente de nuestra provisión. Cuando nuestros niños eran muy pequeños, mi mayor deseo (y también el de mi esposo) era que yo pudiera quedarme en casa en lugar de tener que ir a trabajar y dejar a los niños con una niñera.

Siempre estaré agradecida por haber concurrido a una Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana, por ser miembro de La Iglesia Madre y de una iglesia filial. El crecimiento espiritual que estas actividades me trajeron me ayudó a superar una prueba muy seria.

Espero que este testimonio traiga gozo y bendiciones a quienes lo lean; las experiencias que relato aquí han sido muy importantes tanto para mí como para mi familia. Hace algunos años, fui con mi esposa e hija de vacaciones a otro país.

Mi madre falleció poco después de mi nacimiento, y como no tuve la oportunidad de conocerla, no experimenté el sentido de pérdida en mis primeros años. Sin embargo, con el pasar del tiempo, hubo innumerables ocasiones en que pensaba acerca de ella y me preguntaba qué clase de relación hubiéramos tenido, particularmente cuando yo veía las íntimas y calurosas relaciones que mis amigas tenían con sus madres.

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.