Relatos de curación
Deseo expresar mi gratitud a Dios por una curación que tuve mediante la Ciencia Cristiana. Hace más de veinte años, yo sufría de los intestinos.
Puesto que la demostración en la Ciencia Cristiana Christian Science (crischan sáiens) no consiste tanto en que ciertas “grandes” curaciones ocurran en el transcurso de una existencia, sino más bien consiste en la espiritualización diaria de la vida, ha llegado el momento de compartir nuevamente algunos de los maravillosos frutos que mi familia ha obtenido: “Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Jehová Dios mío, te alabaré para siempre” (Salmo 30:12).
Una tarde, al llegar a casa después del trabajo, comencé a sentir lástima de mí misma. Había intentado muchas veces dejar de fumar por medio de la fuerza de voluntad.
Después de una feliz y relativamente despreocupada niñez, consideré tener en el futuro una carrera en las artes. Pero, en su lugar, y mientras aún estaba en mi adolescencia, mi familia sufrió severos reveses económicos y, como resultado, vine a América, donde tuve que arreglármelas por mí misma.
Este testimonio, que ilustra la presencia y el poder del Cristo, es muy querido para mí. Una tarde, fui a una ciudad cercana a visitar a uno de mis hijos que vive allí con su esposa y cuatro hijos.
Hace más de cuarenta y cinco años, mi madre conoció la Ciencia Cristiana Christian Science (crischan sáiens) por intermedio de una vecina, quien, con gran amor, le habló de esta religión cuando mi abuelo falleció. ¡Cuán agradecida ha estado mi familia por este “vaso de agua fría” dado con tanta liberalidad y aceptado con mucho anhelo.
Hace más de un año, mientras llevaba un recipiente con líquido caliente, tropecé en la escalera. Al caerme, no sólo me quemé el brazo izquierdo y el pecho, sino que me golpeé fuertemente las costillas.
Soy casado y tengo dos niños. Con bastante anticipación antes de terminar un curso para graduados en la universidad, me preparé para el próximo paso: encontrar un empleo adecuado.
Desde niña sentí una gran inclinación por la lectura, y prefería los temas religiosos. Por este motivo, escuchaba las audiciones religiosas que se transmitían por radio, y escribía cartas a las emisoras para poder recibir la literatura que ofrecían.
En los primeros años de mi estudio de Ciencia Cristiana Christian Science (crischan sáiens) , aprendí una lección muy importante. Todavía no era miembro de una filial de la Iglesia de Cristo, Científico, pero estudiaba regularmente las Lecciones Bíblicas delineadas en el Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana.