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Cuando era pequeña, tenía una tía que siempre disponía de tiempo...

Del número de abril de 1987 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Cuando era pequeña, tenía una tía que siempre disponía de tiempo para estar conmigo. Me dejaba hacer casitas para jugar cubriendo los muebles con frazadas. Pero yo pasaba la mayor parte del tiempo sentada a su lado oyéndola leer.

Al cumplir cinco años de edad, mi tía falleció. Unas noches después, yo estaba acostada en mi cama y mi mamá se sentó cerca de mí, mientras me explicaba que mi tía era una idea de Dios y que todavía expresaba vida y amor.

Al principio, fue muy duro para mí comprender esto, pero después lo entendí y dije: “Esto es como cuando uno camina por la playa y ve el caparazón de un cangrejo. Uno puede pensar que el cangrejo murió porque no está dentro de su caparazón, pero lo que ha hecho es dejar el caparazón, y todavía continúa andando por la playa”.

Entonces, aun cuando no podía ver a mi tía, yo sabía que ella estaba todavía expresando la vida, y ya no me sentí triste.

He asistido a la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana desde que tenía tres o cuatro años.

Un día, mientras estaba en la escuela, no me sentía bien. Hay un poema que yo me aprendí de un Christian Science Sentinel. Es acerca de la alegría sin esfuerzo, y dice que Dios está cantando y que nosotros somos Su canción. Pensé en este poema constantemente y muy pronto me sentí perfectamente bien.

He aprendido muchas verdades en la Biblia, y en Ciencia y Salud por la Sra. Eddy, las cuales me han ayudado mucho.


Estoy bien enterada de ese día cuando Erin no se sintió bien en la escuela y trabajó con el poema. Ella continuó orando con esos pensamientos todo el año y compartiéndolos con su clase de la Escuela Dominical.

Erin escribió este testimonio por sí sola. Lo escribió un día que se quedó en casa sin ir a la escuela porque no se sentía bien. Durante la mañana leímos la Lección Bíblica indicada en el Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana. Después, ella regresó a su dormitorio. Por la tarde, bajó completamente curada y con este testimonio escrito.

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