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Relatos de curación

Hace más de un año, mientras llevaba un recipiente con líquido caliente, tropecé en la escalera. Al caerme, no sólo me quemé el brazo izquierdo y el pecho, sino que me golpeé fuertemente las costillas.

Soy casado y tengo dos niños.

Soy casado y tengo dos niños. Con bastante anticipación antes de terminar un curso para graduados en la universidad, me preparé para el próximo paso: encontrar un empleo adecuado.

Desde niña sentí una gran inclinación por la lectura, y prefería los temas religiosos. Por este motivo, escuchaba las audiciones religiosas que se transmitían por radio, y escribía cartas a las emisoras para poder recibir la literatura que ofrecían.

En los primeros años de mi estudio de Ciencia Cristiana*, aprendí...

En los primeros años de mi estudio de Ciencia Cristiana Christian Science (crischan sáiens) , aprendí una lección muy importante. Todavía no era miembro de una filial de la Iglesia de Cristo, Científico, pero estudiaba regularmente las Lecciones Bíblicas delineadas en el Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana.

La Ciencia Cristiana llegó a mi vida cuando trabajaba para una universidad muy conocida y, al mismo tiempo, estaba estudiando para mi tesis doctoral en enseñanza religiosa. La Ciencia me fue especialmente beneficiosa mientras llevaba a cabo mi investigación doctoral en la República de Irlanda.

Un verano, poco después de que comencé el servicio alternativo que se requiere de aquel que rehúsa combatir como soldado por ser pacifista Nota de los Redactores: La decisión de un Científico Cristiano de negarse a combatir es puramente una elección individual y no una norma de la iglesia. (cuidando ancianos en una casa de hospedaje para Científicos Cristianos), uno de los dedos se me inflamó y me dolía mucho.

Conocí la Ciencia Cristiana cuando era muy joven.

Conocí la Ciencia Cristiana cuando era muy joven. Un familiar muy querido, quien vio que yo estaba enferma, me llevó a una practicista de la Ciencia Cristiana.

“Glorificad.

Hace unos pocos años fui a Florida de vacaciones, y allí me saturé de su cálido sol. Me encanta nadar, y todas las mañanas temprano me zambullía en la piscina cuando no había nadie, para poder disfrutar de la piscina yo sola.

Me crié en una iglesia protestante de otra denominación religiosa. Aunque sentía un profundo amor por Dios, tenía poco entendimiento de cómo El podía ayudarme en mi vida.

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.