Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

[Original en francés]

Espero que este testimonio traiga gozo y bendiciones a quienes lo...

Del número de mayo de 1986 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Espero que este testimonio traiga gozo y bendiciones a quienes lo lean; las experiencias que relato aquí han sido muy importantes tanto para mí como para mi familia.

Hace algunos años, fui con mi esposa e hija de vacaciones a otro país. Cuando veníamos de regreso a Francia, en un tramo del camino el auto patinó sobre el pavimento y chocó contra una enorme roca. Cuando salí del auto, vi que el daño era considerable, pero inmediatamente agradecí a Dios que ninguno de nosotros había sufrido un solo rasguño.

Sin embargo, la situación no parecía ser del todo buena. Nos hallábamos en otro país cuyo idioma no hablábamos, estábamos lejos de casa, habíamos sufrido un accidente y, puesto que la población más cercana estaba a varios kilómetros de distancia, estábamos solos. Además, ¡estábamos en medio de una intensa tormenta! Cualquiera de estas circunstancias habría sido atemorizante si hubiéramos aceptado como real la evidencia material de la situación. Por el contrario, sentimos una inmensa calma al saber que Dios estaba con nosotros.

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / mayo de 1986

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.