
Relatos de curación
Siendo ya adulta respondí a la dirección del Padre celestial y tuve la oportunidad de conocer a una familia de Científicos Cristianos. La señora de la casa era muy amable y compartía abiertamente su rico “granero” de verdades científicas.
Mientras estaba empleada como maestra en las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, tuve una curación de un problema de relaciones humanas. Ésta tuvo gran significado para mí, porque demostró el poder que tiene la manera correcta de pensar para contrarrestar y, de hecho, anular cualquier efecto que parezcan tener la animosidad y las falsas acusaciones.
Las primeras nieves del invierno habían comenzado a caer un año en que me encontraba viviendo en el Medio Oeste de los Estados Unidos. Un día, al entrar en la fábrica donde trabajaba, noté largas filas de mesas; había enfermeras vacunando gratuitamente contra la gripe a todos los empleados que lo desearan.
En 1948, mientras mi esposo y yo vivíamos en Londres, una señora inglesa nos invitó a concurrir a un culto religioso en una iglesia de la Ciencia Cristiana. Al finalizar el servicio religioso, se nos ofreció un ejemplar gratis del Christian Science Sentinel para que lo lleváramos con nosotros.
Mi gratitud por la Ciencia Cristiana no tiene límites. A principios del verano de 1981 comencé a tener escalofríos y a temblar de manera incontrolable.
Hace cinco años llegué a un momento en mi vida en el cual todas mis esperanzas y todos mis sueños se derrumbaron como un castillo de naipes. Parecía como si me hubieran empujado hasta el borde de un abismo y ya no pudiera retroceder.
He sido piloto por más de treinta años. Un día, hace como siete años, llevé a varios amigos en un panorámico vuelo a través del Gran Cañón del Colorado.
Hace algunos años me fue entablada una demanda judicial, con la cual se pretendía privarme de la administración de mis propios negocios, alegando incompetencia. Lo doloroso del caso era que la demanda la había hecho un pariente muy cercano.
Hace algún tiempo noté súbitamente que no podía ver con claridad. Más adelante, un examen de la vista reveló que el músculo de mi ojo derecho estaba paralizado (sólo podía leer con el ojo izquierdo).
Siempre que nuestra Lección Bíblica semanal en el Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana se basa en el tema “Alma”, me recuerda cuánto ha significado para mí el estudio y la comprensión de Dios, Alma, en mi carrera de artista. Hace bastantes años, estuve hablando con un maestro de Ciencia Cristiana que tenía gran interés en el hecho de que yo me ganaba la vida como artista.