Desde la edad de seis años he estado asistiendo a la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana. Ahora soy un adolescente.
Me gustaría mencionar una curación rápida que tuve recientemente por medio de mi fe en Dios. Una mañana, desperté con un fuerte dolor de estómago. Por razón del dolor, mi madre pensó que yo no debería ir a la escuela ese día. Pero en la Escuela Dominical yo había aprendido en la Biblia que “creó Dios al hombre a su imagen”, y que “vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera” (Génesis 1:27, 31).
También recordé que la Sra. Eddy dice en Ciencia y Salud que “el hombre es espiritual y perfecto...” (pág. 475). Siendo esto la verdad, yo sabía que en mi verdadera naturaleza como hijo perfecto de Dios, no podía tener dolor ni estar enfermo.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!