
Relatos de curación
Con frecuencia recuerdo con profunda gratitud la respuesta afirmativa de mi familia a la invitación de una vecina de que me permitieran ir a la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana con su hijo. En los años que han seguido se han efectuado tantas curaciones mediante la Ciencia Cristiana que es imposible hacer una relación completa en este espacio.
En una oportunidad estuve muy desalentada y preocupada, llena de autocondenación por lo que me parecía mi falta de capacidad para obtener curaciones completas. El malestar causado por varias condiciones físicas había desaparecido, pero el aspecto visible todavía perduraba.
Siendo yo aún adolescente, vivía con un familiar que se hallaba muy enfermo. Fue a visitarlo un amigo que había sanado de diabetes por medio de la Ciencia Cristiana Christian Science (crischan sáiens).
Hace muchos años fui hospitalizada debido a un severo caso de zoster. Catorce días después entré en un estado de semicoma.
¡La Ciencia Cristiana puede ayudarnos en todo! Hasta me ha ayudado con una materia en el colegio a la cual yo temía. Cada mañana, nuestra maestra decía: “Saquen sus cuadernos de matemáticas”.
Deseo expresar mi gratitud muy profunda por una curación que se efectuó en un período de aproximadamente tres años. Fui criada de acuerdo con la Ciencia Cristiana y siempre he recurrido a ella para solucionar mis problemas.
Un día al estar nadando en el mar, la tabla que me servía de apoyo para nadar fue arrastrada por una gran ola. Al regresar con la fuerza de la ola, me golpeó fuertemente un ojo.
Hace varios años estaba ocupado en las etapas iniciales de mi negocio actual, que entonces pertenecía a otra persona. Mi remuneración era injustamente baja debido a la frugalidad extrema del propietario.
Cuando el temor o una sensación abrumadora de responsabilidad me hace dudar de mi habilidad, encuentro que las verdades de la Ciencia Cristiana Christian Science (crischan sáiens) acerca del hombre verdadero y de su relación con Dios son aptas para disipar tal depresión “por medio de la renovación de [mi] entendimiento” (Romanos 12:2). Para mí la maravilla de tal renovación radica en el significado revelado en las siguientes palabras de un himno por Mary Baker Eddy ( Himnario de la Ciencia Cristiana, No.
Desde mi niñez tuve problemas con mi espalda. Y una vez que la infancia quedó atrás, se produjeron muchos cambios en mi vida, que no mejoraron mi salud, y la condición causó aun otras enfermedades.