
Relatos de curación
Hace algunos años sufrí de una fiebre que los médicos diagnosticaron era causada por una infección. Me hicieron varios operaciones quirúrgicas para acabar con la infección, pero no me aportaron ninguna mejoría, sino que me dejaron muy débil.
Hace más de cuarenta años me impresionó mucho la curación que tuvo mi esposo con la ayuda de un practicista de la Ciencia Cristiana. Yo no era Científica Cristiana en ese entonces.
Hace algunos años mi esposo estaba sufriendo de tuberculosis. La esposa de su patrón vio su necesidad y le habló de la Ciencia Cristiana.
La Ciencia Cristiana me ha sido indispensable en mi trabajo de investigación. Durante los últimos años me he dedicado a analizar y escribir sobre la música coral de un compositor americano.
¡Acción de Gracias! Esta fiesta tiene un significado especial en nuestra familia. Fue el día que encontramos la Ciencia Cristiana.
Hemos tenido una maravillosa demostración del poder de Dios en nuestro negocio. Parecía estar en bancarrota y sin perspectiva; muchas personas trataron de comprarlo por sumas insignificantes.
Poco después de haber comenzado a estudiar la Ciencia Cristiana sané en dos semanas, mediante la oración de una practicista de la Ciencia Cristiana, de un envenenamiento de la sangre. Me sentí muy agradecida, y muy entusiasmada con la Ciencia Cristiana.
Hace muchos años, al comienzo de este siglo, mis padres conocieron la Ciencia Cristiana. Los médicos le habían dicho a mi mamá que no podría sobrevivir la grave condición asmática de la que estaba padeciendo.
En 1971 estaba considerando la posibilidad de terminar con mi vida, ya que no veía ninguna razón buena para vivir. Desde niño siempre había ansiado saber las respuestas a los aparentes misterios de la vida.
He sido estudiante de Ciencia Cristiana Christian Science (crischan sáiens) durante cuatro años. Estoy muy agradecido de ser miembro de La Iglesia Madre en Boston, Massachusetts, y de Primera Iglesia de Cristo, Científico, en Accra, Ghana.