Relatos de curación
Durante muchos años de nuestro matrimonio mi esposo tuvo un severo problema de alcoholismo. Debido a esto, en nuestro hogar la discordia parecía ser la norma y la armonía la excepción.
Hace algunos años, aunque me consideraba un sincero estudiante de Ciencia Cristiana Christian Science (crischan sáiens) , a menudo me sentía como un jugador suplente en un juego de fútbol, que pasa mucho tiempo sentado en la banca. Sentía que me faltaba esa plena convicción espiritual que guía hacia las alturas de la curación y la regeneración.
Hace unos seis años me entró una gran apatía para estudiar la Ciencia Cristiana; concurría a la iglesia esporádicamente y estudiaba la Lección Bíblica del Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana sólo cuando me resultaba conveniente. Acababa de obtener un empleo como azafata en una importante compañía aérea.
Durante mi adolescencia cometí muchas equivocaciones típicas de algunos otros de mi generación. Mi madre había comenzado a estudiar Ciencia Cristiana, pero yo no me uní a ella en este estudio.
Con frecuencia recuerdo con profunda gratitud la respuesta afirmativa de mi familia a la invitación de una vecina de que me permitieran ir a la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana con su hijo. En los años que han seguido se han efectuado tantas curaciones mediante la Ciencia Cristiana que es imposible hacer una relación completa en este espacio.
En una oportunidad estuve muy desalentada y preocupada, llena de autocondenación por lo que me parecía mi falta de capacidad para obtener curaciones completas. El malestar causado por varias condiciones físicas había desaparecido, pero el aspecto visible todavía perduraba.
Siendo yo aún adolescente, vivía con un familiar que se hallaba muy enfermo. Fue a visitarlo un amigo que había sanado de diabetes por medio de la Ciencia Cristiana Christian Science (crischan sáiens).
Hace muchos años fui hospitalizada debido a un severo caso de zoster. Catorce días después entré en un estado de semicoma.
¡La Ciencia Cristiana puede ayudarnos en todo! Hasta me ha ayudado con una materia en el colegio a la cual yo temía. Cada mañana, nuestra maestra decía: “Saquen sus cuadernos de matemáticas”.
Deseo expresar mi gratitud muy profunda por una curación que se efectuó en un período de aproximadamente tres años. Fui criada de acuerdo con la Ciencia Cristiana y siempre he recurrido a ella para solucionar mis problemas.