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[Original en portugués]

Hace veinticuatro años supe de la Ciencia Cristiana* mediante un...

Del número de octubre de 1980 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Hace veinticuatro años supe de la Ciencia CristianaChristian Science (crischan sáiens) mediante un amigo. Me prestó un ejemplar de Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy cuando mi esposo se encontraba sufriendo de reumatismo desde hacía dos meses. Estaba postrado en cama, imposibilitado de caminar.

El libro que mi amigo me dio fue una traducción al español porque en aquel tiempo todavía no había sido traducido al portugués. Aunque yo no sabía mucho español, estudié con mucho amor e interés el mensaje sanador que contenía el libro, leyéndoselo en alta voz a mi esposo.

En pocos días mi esposo pudo levantarse y comenzamos a asistir a Primera Iglesia de Cristo, Científico, en São Paulo.

En corto tiempo sanó completamente y jamás volvió a sufrir de esta enfermedad.

Yo también recibí una curación. Había estado padeciendo de ciática durante veintisiete años. Todos los años iba a unas termas y también me sometía a tratamiento médico, pero no mejoraba. Me vi obligada a guardar cama durante varios días, incapacitada para cumplir con mis quehaceres domésticos, y con mucho dolor. Con mi lectura del libro Ciencia y Salud, el mal fue poco a poco desapareciendo hasta que sané del todo, y la curación ha sido permanente.

Con anterioridad también había sufrido de jaquecas. Mediante la oración me liberé de dolores de cabeza. Muchas veces se me presentaron otros problemas, tales como quemaduras, caídas, etc., pero siempre pude resolverlos mediante la verdad contenida en Ciencia y Salud. Aprendí que Dios es Todo-en-todo y que en Su reino sólo existe la perfección; no hay lugar para accidentes de ninguna clase. Estoy comprendiendo que somos gobernados por la Mente divina, la cual es siempre infalible.

Agradezco a Dios por la alegría de haber podido trabajar en varias actividades de nuestra iglesia filial, incluyendo la recompensadora tarea de enseñar en la Escuela Dominical.

También deseo expresar mi gratitud por ser miembro de La Iglesia Madre en Boston y de Primera Iglesia de Cristo, Científico, en São Paulo.

Agradezco de todo corazón a Dios, nuestro Padre, quien nos mandó a Su amado Hijo, Cristo Jesús, para mostrarnos el camino de la Vida, la Verdad y el Amor, dándonos la certeza de que Dios está siempre presente y que podemos recurrir a Él en cualquier momento y a toda hora.

Estoy agradecida por nuestra Guía, la Sra. Eddy, que nos reveló esta maravillosa Ciencia, gracias a la cual el mundo entero está recibiendo ayuda. La Biblia, junto con Ciencia y Salud y otra literatura de la Ciencia Cristiana, nos ayuda a comprender este camino seguro. Y estoy agradecida a Dios por instrucción en clase Primaria de la Ciencia Cristiana, la cual me ha ayudado tanto.


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