Hace muchos años, seis meses después del nacimiento de nuestro segundo hijo, un médico me dijo que tendría que permanecer bajo medicación por el resto de mi vida. En ese entonces ya estaba cansada de tomar píldoras tres o cuatro veces al día.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!