Relatos de curación
Una tarde lluviosa y muy fría, hace ya más de veinte años, le estaba dando de comer a mi hijo y me preparé una taza de café bastante caliente, tanto que no me la pude tomar. Cuando de pronto, al retirar la cuchara de la boquita del niño, me tiré encima la taza de café ardiendo.
Toda mi vida había anhelado saber qué era la Verdad, quién era Dios, quién era yo. Pasé por muchas sectas, e incluso estudié psicología, pero eso no me sirvió de nada.
CUANDO SÓLO EL ESPÍRITU SANA TESTIMONIOS DE TODAS PARTES DEL MUNDO Con un corazón rebosante de amor y alegría recibí el nacimiento de mi hijo mayor. Durante el embarazo, yo había estado estudiando la Ciencia Cristiana, así que cuando nació el bebé lo vi perfecto.
Un domingo, vino una amiga con su auto para llevarme a la Escuela Dominical de mi iglesia donde me desempeñaba como maestra. Al caminar hacia el estacionamiento me torcí el pie y me caí.
Es con mucha gratitud que comparto esta experiencia de cuando nació mi hijo. El parto se complicó y la comadrona parecía estar un poco nerviosa y le transmitía en directo al ginecólogo todo lo que estaba sucediendo.
Hace unos años tuve una experiencia de curación que fortaleció enormemente mi confianza en el efecto sanador de la oración. Un día me empezó a doler una rodilla, y al principio no le di importancia porque pensé que era algo pasajero.
CUANDO SÓLO EL ESPÍRITU SANA TESTIMONIOS DE TODAS PARTES DEL MUNDO Hacía ya mucho tiempo que sufría de una úlcera en el estómago. Los dolores me despertaban por las noches y los médicos me decían que la única solución era una operación, además de una fuerte medicación.
Ciertamente, el estudio de la Ciencia Cristiana me ha demostrado que Dios es una ayuda siempre cercana. No sólo nos sana físicamente, sino que nos renueva espiritualmente.
Un día vino a visitarnos un amigo que es practicista y maestro de la Ciencia Cristiana. Sucedió que mi hijo menor, de siete años, estaba jugando y de pronto tropezó y se abrió el mentón y empezó a llorar.
CUANDO SÓLO EL ESPÍRITU SANA TESTIMONIOS DE TODAS PARTES DEL MUNDO Hacía 28 años que tenía el vicio del tabaco. Un día me propuse dejarlo pero por más que lo intenté, no lo lograba.