
Relatos de curación
Ciertamente, el estudio de la Ciencia Cristiana me ha demostrado que Dios es una ayuda siempre cercana. No sólo nos sana físicamente, sino que nos renueva espiritualmente.
Un día vino a visitarnos un amigo que es practicista y maestro de la Ciencia Cristiana. Sucedió que mi hijo menor, de siete años, estaba jugando y de pronto tropezó y se abrió el mentón y empezó a llorar.
CUANDO SÓLO EL ESPÍRITU SANA TESTIMONIOS DE TODAS PARTES DEL MUNDO Hacía 28 años que tenía el vicio del tabaco. Un día me propuse dejarlo pero por más que lo intenté, no lo lograba.
Un día, me desperté con unos dolores fuertes en el pecho que nunca había sentido. No eran de una intensidad dramática, pero sí, definitivamente, fuera de lo normal.
Vivo en la ciudad de Riobamba, y hace unos años estalló el arsenal de las Fuerzas Armadas que se encuentra a 200 metros de mi casa. Ni bien se empezó a correr la voz que debíamos desocupar la ciudad se produjo la segunda explosión Con ella volaron los techos de muchas casas, incluso de la mía, y todo el mundo salió despavorido sin saber qué dirección tomar.
CUANDO SÓLO EL ESPÍRITU SANA TESTIMONIOS DE TODAS PARTES DEL MUNDO Conocí la Ciencia Cristiana hace más de 30 años. En aquel tiempo mi primera hija lloraba mucho de noche y los médicos no sabían qué tenía.
Cuando llegué a Estados Unidos desde El Salvador me sentía muy mal del estómago y tenía síntomas que no conocía. Al ver a un médico, tras mandarme a hacer unos análisis, me dijo que tenía colitis crónica aguda, que era muy difícil de sanar.
Mi familia conoció el libro Ciencia y Salud hace muchos años, cuando mi hermano sanó de 35 úlceras que tenía en el duodeno, mediante la oración. Sin embargo, yo nunca había leído este libro hasta que un día mi mamá cayó en coma y los médicos diagnosticaron que tenía un tumor en el cerebro.
CUANDO SÓLO EL ESPÍRITU SANA TESTIMONIOS DE TODAS PARTES DEL MUNDO En una ocasión, me descompuse seriamente del estómago, al punto de que empecé a tener vómitos y la piel se me puso amarillenta. Dados los síntomas, me di cuenta de que eran parecidos a los de hepatitis.
Un día, estaba dándole la papilla a mi hijo de cuatro meses de edad cuando de pronto empezó a toser, a respirar con dificultad y a ponerse morado. Traté de hacerle expulsar el alimento pero no pude.