Relatos de curación
Varios meses después de que pensé que habían terminado los síntomas asociados con la menopausia, empecé a tener una gran sudoración en todo el cuerpo, así como períodos de mucho calor y la incapacidad de concentrarme. Estos síntomas me alarmaron, especialmente porque no sabía qué estaba pasando, y empecé a orar para eliminarlos.
Hace unos cuantos años empecé a tener problemas de rigidez y dolor en las rodillas, y tenía dificultad para correr y caminar normalmente. Pero como esta dificultad se desarrolló paulatinamente y aparecía de vez en cuando, al principio pensé que simplemente podía seguir caminando y forzar mis rodillas para que se doblaran como debían hacerlo.
En 1994, aunque acababa de terminar mi doctorado en química analítica y tenía un buen trabajo, no era feliz. Me sentía fatigado, estaba deprimido y no quería hablar con nadie.
Hace ya unos años que trabajo en una compañía que tiene la política de premiar con dinero al empleado que ha demostrado su puntualidad durante todo el año. Yo siempre me he hecho acreedora del mismo, y ese año no fue la excepción.
Conocí la Christian Science por intermedio de una buena amiga y desde el comienzo la estudié con avidez. Las verdades que aprendi y el creciente entendimiento de mi identidad como hija de Dios tuvieron un poderoso impacto en mi vida.
Hace un par de años, me ocurrió algo que me dejó una gran enseñanza y un mayor crecimiento espiritual. Pasó cuando gradualmente comencé a caer en un pozo profundo.
La Pascua está íntimamente ligada a la paz y tiene mucho que ver con la libertad. Leyendo la Biblia se ve que en un principio, lo que el pueblo judío celebraba era la salida de Egipto, la liberación de la opresión.
Hace casi 20 años sufría de una afección renal, debido a la cual me habían operado varias veces para extraerme cálculos de los riñones. Según los médicos, la condición era hereditaria (mi abuela había sufrido de lo mismo) por lo que tendría que aprender a vivir con el problema.
Desde hace tiempo estudio con dedicación la Biblia junto con el libro Ciencia y Salud siguiendo los estudios bíblicos que se publican en el Cuaderno Trimestral de la Christian Science. Sentí en mi mano cómo los bultos se disolvían.
En 1988, un año después de casarme, quedé embarazada de mellizos pero, lamentablemente, el embarazo duró tan solo dos meses. Los médicos me dijeron que no podía quedar embarazada nuevamente, y que si lo hacía tendría que hacer reposo absoluto.