
Relatos de curación
Durante varios años, tuve hemorragias constantes debido a un mioma que tenía en el útero. Eso me causaba muchos trastornos y preocupaciones.
Emma vive en Alemania a orillas de un gran río. Barcos de todas partes del mundo navegan río arriba y río abajo durante todo el día.
Me llamo Davi y tengo 5 años. Un día, estaba comiendo yogur durante la merienda y había unas abejas cerca.
Tengo un perro que se llama Bali. Hace como un año, mi papá y yo nos dimos cuenta de que la pata de Bali se veía dos veces más grande de lo normal.
Una noche estaba durmiendo, cuando de repente sentí un dolor de oído muy fuerte que me despertó y empecé a llorar. Llamé a mi mami y ella, despertándose, me tomó en sus brazos.
Una noche, cuando tenía siete años, yo estaba con fiebre muy alta, y debido a la fiebre tenía convulsiones. Mi papá llamó a mi abuela y le pidió que orara por mí.
Un día mi papá me estaba cortando el pelo y sin querer me cortó la punta de la oreja. Yo empecé a llorar.
Un día cuando regresé de la escuela me di cuenta de que me faltaba un arete. Se lo dije a mamá y las dos comenzamos a revisar mi ropa y mi habitación.
Un día fui con toda mi familia a la pinturería. Papá entró mientras nosotros esperábamos en el auto.
Leemos en la Biblia: “Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican” (Salmo 127:1) y “No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda. He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel.