Es con humilde gratitud hacia Dios, por Sus maravillosas bendiciones, que envío este testimonio.
Durante largo tiempo padecí de várices y unos meses antes de que tuve conocimiento de la Christian Science, unas úlceras aparecieron en mi pierna. Aquella vez recibí atención médica y temporalmente fuí curada.
Poco tiempo después de que la Christian Science me fué presentada, dicha enfermedad reapareció en forma más agraviada, en las dos piernas. Al principio me espanté y pasé unos días muy negros. Sentía mucha gratitud por la ayuda cariñosa que recibí de practicistas y amigos, sin la cual creo que no hubiera tenido la fuerza para continuar luchando durante los angustiosos meses que siguieron.
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