Siento mucha gratitud por el privilegio de ser testigo de la Verdad, y espero que otras personas puedan recibir algún beneficio de las experiencias que yo he tenido.
Hace más de seis años que mis entradas se agotaron. Aunque se me había dejado cierta cantidad de dinero, me dí cuenta que tendría que invertirlo con prudencia, pues tenía una hija en la escuela secundaria y me era muy necesario contar con alguna entrada.
Me siento muy agradecida de que desde el principio tenía la seguridad de que el camino se me abriría, ya que estaba dispuesta a hacer cualquier trabajo que fuera propio. Mi cariñoso interés por el bienestar de aquella criatura me indujo a abandonar el pequeño pueblo donde había residido durante muchos años, para mudarme a la ciudad, en donde, ayudada por la Christian Science, conseguí invertir el dinero de una manera prudente y que me permitió rehacer mi hogar y recibir entradas lo suficiente para todas mis necesidades.
Mientras hacía esta demostración, me dí cuenta de la necesidad de espiritualizar los pensamientos, sustituyendo el resentimiento, la crítica, la condenación y el odio por el amor, lo que hice mediante repetidos esfuerzos por ver al hombre como la idea perfecta de Dios. Percibí que para tener todo lo que le corresponde al hijo de Dios, tendría que obtener tranquilidad espiritual, y para ello fuí obligada a ver a los que me rodeaban en su verdadero estado de perfección. De ahí que aprendí a expresar paciencia, consideración para los demás y tolerancia, aferrándome al Principio divino, según lo iba entendiendo. Tal como en la Christian Science se nos enseña a no ver al hombre como enfermo, asimismo me mantuve firme en la idea de que no hay más que un negocio, el negocio de Dios, el cual siempre es bueno.
A mi modo de ver, lo que antecede viene bien con lo que Mrs. Eddy da a entender en la página 232 de su obra The First Church of Christ,Scientist, and Miscellany (La Primera Iglesia Científica de Cristo y Miscelánea), donde dice: "El camino derecho nos da el derecho al camino, es decir, el camino de la Verdad y del Amor, por el cual todas nuestras deudas se pagan, la humanidad es bendecida y Dios es glorificado." Al hacer esta demostración no he olvidado los pasos humanos indispensables a tomarse. La limpieza, el orden, y el deseo incansable de cumplir con los demás se hacen cada vez más evidentes, y al aprovechar toda oportunidad de ser generosa, yo misma he sido grandemente bendecida.
Honda es mi gratitud a Dios por habernos dado a Mary Baker Eddy, quien, a su vez, le dió al mundo esta Ciencia tan comprensiva. Estimo en mucho el privilegio de ser miembro de La Iglesia Madre y de una de sus ramas, y me siento muy agradecida por haber tomado un curso de instrucción en una clase autorizada de la Christian Science.
Memphis, Tennessee, E.U.A.
