Un grupo de personas que visitaban un criadero de peces observaron que el encargado agitaba sus dedos en el agua. Al recibir esta señal, algunos de los peces en el estanque se acercaban a él y comían de la palma de su mano. A fuerza de mucha paciencia y continua persuasión de parte del encargado, los peces habían aprendido a confiar en la mano que los alimentaba. Uno de los que observaron este incidente más tarde se convirtió en pescador de hombres. En sus esfuerzos por persuadir a la humanidad a que tuviera fe en el tierno cuidado de Dios, encontró de mucho valor la paciencia y bondad que había visto ejemplificadas en aquel criadero.
Los hombres se han vuelto sospechosos de los esfuerzos que se hacen por sustentarles, porque a veces éstos han obedecido a motivos egoístas. Sólo el Amor divino, tal como se revela en la Christian Science, puede disipar estos falsos temores, sanar el corazón herido y alimentar el pensamiento con el pan de la Vida. Es este Amor perfecto, cuyo único propósito es el de bendecir, el que los hombres debieran tratar de comprender y obedecer, como Dios. Y en esta Ciencia se nos hace posible comprender a Dios y así obedecerle.
Consciente de las ansias de amor que tiene la humanidad, Mrs. Eddy en una ocasión le aconsejó a un Primer Lector como sigue: "Los pececillos de mi fuente tienen que haber sentido mi presencia cuando yo me detuve silenciosamente junto a ella, pues salieron en fila bien ordenada a la orilla donde yo estaba parada. Luego alimenté a estos pequeños seres tan apacibles y que, sin temerme, acudieron a mí en busca de alimento. Dios le ha llamado a usted para que sea pescador de hombres. No es la mirada severa, sino la afectuosa, la que atrae a la humanidad a recibir su dádiva,— no es tanto la elocuencia sino la tierna persuasión la que les quita el temor, porque es sólo el Amor lo que les alimenta" (The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 247).
Respecto al poder de nuestro Padre-Madre Dios para alimentar, proteger y guiar a Sus hijos, las Escrituras declaran (Isa., 40:11): "Como pastor, apacentará su grey; en su brazo recogerá los corderitos, y los llevará en su seno, y conducirá suavemente a las recién paridas." Esta profecía se está cumpliendo actualmente. La Christian Science proclama la eterna efusión del amor imparcial e inalterable de Dios. Benditos son aquellos hombres y mujeres que, abandonando el temor y el prejuicio ciego, son persuadidos a poner su entera confianza en Dios, que es todo amor, tal como lo revela la Christian Science. Semejante fe jamás se ve mal depositada y nunca deja de dar buenos resultados.
La persuasión del Amor es suave mas impelente, como cualquier individuo que responde a ella lo puede probar. Mediante el estudio de la Christian Science, y a veces sin darse cuenta del cambio producido en ellos, los hombres se sienten impelidos a abandonar, como irreales, las malas costumbres, las opiniones erróneas y las creencias dañinas de que la vida está en la materia y que el hombre es material errores responsables de todos los crímenes, enfermedades y desastres sobre la tierra. Este abandono de lo falso se lleva a cabo silenciosamente a medida que comprendemos la eterna verdad que enseña la Ciencia, a saber: que puesto que Dios es Espíritu omnipresente, el hombre, hecho a Su imagen y semejanza, es enteramente espiritual.
De ahí que el dejarnos persuadir por la Christian Science de que la Mente es Todo y la materia no es nada, y que ni la enfermedad, la destrucción o la muerte pueden sobrevenir al hombre creado por Dios, no sea insensatez humana, sino que es en efecto sabiduría divina. Puesto que el único hombre verdadero es la manifestación inmortal de la Mente infinita, no puede darse cabida a la ilusión de un mortal sujeto a condiciones físicas. Pablo dijo (Rom., 8:38, 39): "Estoy persuadido que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni poderes, ni cosas presentes, ni cosas por venir, ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna otra cosa creada será poderosa para separarnos del amor de Dios, que es en Cristo Jesús nuestro Señor."
Sí, no hay duda de que Pablo estaba convencido de la tierna persuasión del poder de la Verdad. Pues ¿no había cedido al Amor el que antes había sido cruel perseguidor de los cristianos, convirtiéndose en manso apóstol de los gentiles? Y ¿no ansiaba él predicar al mundo el evangelio de los persuasivos e impelentes métodos del Amor? El décimotercio capítulo de la primera epístola a los Corintios lo demuestra muy claramente.
En la parábola del hijo pródigo (Lucas, 15) se relata que el hijo menor abandonó el hogar de su padre y partió para una región lejana. Allí aceptó los conceptos materiales de la vida y del hombre, y con ello se rebajó en tal forma que pronto se le vió apacentando puercos incidente que quizás sea simbólico del dejarse arrastrar por los elementos más groseros de la naturaleza humana. Pero cuando este hijo "volvió en sí" lo primero que pensó fué en la casa y provisión de su padre, pues allí había "sobreabundancia de pan".
El hijo pródigo también se sintió persuadido, es decir, atraído por el tierno amor y generosidad de su padre. Durante su viaje de regreso, en el que abandonó el concepto material de la existencia por el espiritual, los cuidados de su padre se pusieron de manifiesto, pues leemos que éste corrió al encuentro del joven viajero; la verdadera atracción le protegió durante todo ese viaje. Al llegar a su destino, el joven se dió cuenta que su padre no había perdido de vista por un solo instante la belleza de la individualidad verdadera de su hijo, la cualidad del ser verdadero del hombre.
La lección que ofrece esta parábola queda claramente expuesta en la Christian Science. No es por el temor, sino por la tierna persuasión del amante Padre-Madre Dios, que el pensamiento humano es inducido a desechar al hombre viejo y revestirse del nuevo. En esta Ciencia se proclama la bondad y el amor de Dios. En ella se comprende claramente la imposibilidad de que el hombre creado por Dios se convierta en un mortal o en la víctima de la prodigalidad. En ella el pensamiento puede alimentarse con el pan de la Verdad, y queda satisfecho con la comprensión de que el Padre-Madre Dios mantiene para siempre al hombre en un estado de perfección. En la Christian Science los pasos humanos del sentido al Alma se dan bajo la protección del Amor divino; los pensamientos angelicales de Dios nos acompañan durante todo el camino.
Asimilando y aplicando esta Ciencia, alimentados, guiados y protegidos por la Verdad, a la postre descubriremos que nuestra verdadera individualidad espiritual jamás dejó el cielo para habitar en la tierra, y que nuestro Padre-Madre Dios, la Mente divina, jamás ha perdido de vista a Su perfecto reflejo. Respondiendo espiritualmente a la atracción de la radiante Verdad, encontramos el cielo aquí mismo y comprendemos a través de la demostración, la eterna unidad de Dios y el hombre. Esta comprensión de la unidad de Dios y el hombre es una influencia persuasiva que es irresistible. Su afectuoso llamamiento llega a todos por igual.
En el libro de texto de la Christian Science, "Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras" (pág. 570), Mrs. Eddy escribe: "Millones de mentes sin prejuicios sencillos buscadores de la Verdad, fatigados peregrinos, sedientos en el desierto están esperando anhelantes descanso y refrigerio. Dadles un vaso de agua fría en nombre de Cristo, sin temer jamás las consecuencias." Hoy día la Christian Science está alimentando el pensamiento del mundo entero con la sana y edificante verdad de que Dios, el Amor divino, lo es Todo, y que esta es la única manera de obtener felicidad, salud y paz.
