En estos momentos en que se está desarrollando el trabajo de la reconstrucción y rehabilitación mundial, a cada uno nos corresponde poner cuanto podamos de nuestra parte para hacer frente a la situación. Constantemente surgen problemas de importancia nacional e internacional, cuya solución afecta a toda la humanidad. El que reconoce los efectos trascendentales de la oración científica, nunca se cansa de recurrir a las verdades espirituales con respecto a los acontecimientos mundiales. No es de mayor importancia el que se conozcan todos los detalles de algún problema, sino que se mantenga firmemente la convicción de que la Mente divina lo gobierna todo, sabiendo que ese gobierno no conoce oposición y bendice a todos por igual.
De profundo significado y consuelo para toda la humanidad son las palabras escritas por Mary Baker Eddy, Descubridora y Fundadora de la Christian Science, en su obra Miscellaneous Writings (pág. 208): "Dios es Todo, y en virtud de esta naturaleza y totalidad, El conoce solamente lo bueno. Como una ley de la legislatura que gobierna a millones de seres humanos que los legisladores no conocen, la ley universal de Dios no conoce el mal y entra inconscientemente en el corazón humano y lo gobierna."
Estas verdades confortantes y sanadoras son aplicables en todas las circunstancias de la vida. Puesto que la ley de Dios lo abarca todo, no existe problema alguno, ya sea individual, nacional o internacional, al cual no se le pueda aplicar inteligentemente. Si es que las naciones se sospechan y temen mutuamente, la afirmación continua de la eterna presencia de las verdades de "la ley universal de Dios", y todo lo que ella significa su amor todo inclusive, su armonía, influencia unificadora, perfección absoluta, imparcialidad y omnipotencia puede poner fin a tal situación. Si prevaleciera la agresión, la tiranía o el odio, todos estos aspectos de la mente carnal pueden ser destruídos por el entendimiento y la aplicación de la ley universal del Amor divino.
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