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Desde que comencé a interesarme por la...

Del número de octubre de 1949 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Desde que comencé a interesarme por la Christian Science El nombre dado por Mary Baker Eddy a su descubrimiento (pronunciado Críschan Sáiens) y que, traducido literalmente, es la "Ciencia Cristiana". he experimentado tanta alegría, paz y felicidad que lo menos que puedo hacer es expresar mi gratitud a Dios por dos de las muchas curaciones que he obtenido.

La primera fué la del vicio de beber. Yo era un esclavo tan completo de la bebida que los mejores médicos me declararon incurable. Había estado en varios sanatorios buscando un remedio para este terrible hábito, pero ninguno de ellos me proporcionó sino una ayuda temporal, después de la cual volvía a beber más que antes. En el año 1938 conocí a una señora que era Científica Cristiana. Nos hicimos buenos amigos y ella me pidió que la acompañara a la iglesia. Acepté su invitación y después del culto dominical me pidió mi opinión acerca de él. Yo le dije que era maravilloso y que gustosamente asistiría otra vez. Nuestra amistad se hizo cada vez más cordial y al año nos habíamos casado. Al poco tiempo comencé a beber otra vez, a pesar de que mi esposa había solicitado la ayuda de un practicista que en seguida empezó a darme tratamientos en la Christian Science y que durante algún tiempo trabajó por mi día y noche.

Finalmente me puse tan grave que no pude beber más. Mi esposa en aquel entonces ocupaba un puesto. Una mañana antes que ella saliera le dije que no creía que podría sobrevivir ese día. Mis antiguos médicos me habían dicho que no podría sobrellevar otro ataque. Tenía gran temor y esa tarde perdí el conocimiento. Los vecinos que vivían en el departamento de abajo me oyeron caer al suelo, acudieron a mi departamento, donde me encontraron tendido y en seguida hicieron venir una ambulancia. También llamaron por teléfono a mi esposa, quien les rogó no hicieran nada hasta que ella llegara. Al momento ella comenzó a declarar la verdad acerca del hombre creado a la imagen de Dios, según nos enseña la Christian Science. Al llegar a nuestra casa despidió a todos los presentes y comenzó a preparar la cena como de costumbre. Su trabajo metafísico fué tan eficaz que pude participar de una comida corriente a pesar de que no había comido nada desde hacía ocho días. Esto ocurrió en diciembre del año 1939 y me llena de gozo poder decir que no he sentido desde entonces el menor deseo de tomar bebidas alcohólicas de ninguna especie.

Quedé tan agradecido por esta curación que comencé a asistir a la iglesia regularmente y a estudiar la Christian Science en serio. A los pocos meses tuve deseos de ingresar en La Iglesia Madre y una de sus filiales, pero para poder hacer esto debía primero deshacerme del vicio de fumar: había fumado durante 23 años. Yo sabía, por lo que había aprendido de la Christian Science, que esto también podía curarse, de manera que llamé a la misma practicista que me había ayudado antes y le conté de mi deseo de curarme. Ella me contestó: "Mi buen hombre, usted anhela tanto el progreso espiritual y está tan lleno de gratitud que ya está usted sanado." Nunca olvidaré estas palabras, pues recibí mi curación al instante.

Por estas curaciones y por muchas otras nunca podré estar lo suficientemente agradecido a Dios. También quiero expresar mi gratitud a nuestra amada Guía Mary Baker Eddy, quien con tanto amor ha dado al mundo la Christian Science; aprecio asimismo el trabajo de los consagrados practicistas quienes en todo momento están dispuestos a ayudarnos. Estoy muy agradecido de ser miembro de La Iglesia Madre y de una de sus filiales. Me conforta mucho poder servir a nuestra Causa, y doy gracias sinceras a Dios por la Christian Science.—

Me es grato poder corroborar el testimonio de mi esposo y expresar al mismo tiempo mi profunda gratitud por las muchas curaciones que hemos experimentado, así como también por un hogar armonioso en el cual gozamos de una sincera camaradería.

Mi aprecio por el entero movimiento de la Christian Science y todo lo que representa, no conoce límites — los periódicos son una bendición continua. Estoy agradecida por el privilegio de ser miembro de La Iglesia Madre y una de sus filiales y por haber recibido instrucción en una clase autorizada de la Christian Science.

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