Debo mi actual bienestar enteramente al poder curativo de la Christian Science, pues me ha sanado de muchos males. A través del estudio de esta Ciencia he aprendido que no debemos permitir que el error se apodere de nuestra consciencia, y que al comprender la verdad acerca de Dios y el hombre se elimina toda condición discordante.
Hace unos años me vi atacado de gangrena a una pierna, lo cual me obligó a abandonar la profesión de bailarín. Conocidos médicos aconsejaron una amputación inmediata, ya que no tenían la menor esperanza de salvarme la pierna. Poco antes que me ocurriera esto, había comenzado a interesarme por la Christian Science, así es que decidí ponerme en las manos de mi creador. Un querido amigo mío que era practicista se hizo cargo de mi caso, efectuándose la curación al cabo de tres meses, a pesar de que el mal ya había penetrado hasta el hueso.
También he sido curado de reumatismo ciático, el cual al atacarme por primera vez me tuvo internado en un hospital durante muchos meses. El segundo ataque lo tuve cuando ya me había convertido en un Científico Cristiano, y a pesar de ser todavía más grave, fué vencido en unas pocas semanas. En la página 475 del libro de texto de la Christian Science, Mrs. Eddy declara: "El hombre es idea, la imagen del Amor; no es corpóreo."
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