Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

La verdadera vista es indestructible y eterna

Del número de octubre de 1949 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


En la página 488 de "Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras", Mary Baker Eddy dice: "Sólo la Mente posee todas las facultades, la percepción y la comprensión. Por tanto, los dones mentales no están a merced de la organización y la descomposición,— pues de lo contrario los mismos gusanos podrían deshacer al hombre. Si fuera posible que los verdaderos sentidos del hombre se lastimaran, el Alma podría reproducirlos en toda su perfección; pero ellos no pueden ser turbados ni destruídos, puesto que existen en la Mente inmortal, no en la materia."

El hombre espiritual, creado por Dios a imagen y semejanza Suya, refleja la vista y las demás facultades de la Mente creadora, que todo lo ve. Los sentidos del hombre, inherentes a esta Mente, son eternos: por tanto no pueden perderse ni deteriorarse. Su inmortalidad y perpetuidad se manifiestan a través de la comprensión espiritual. A la luz de la Verdad y el Amor omnipotentes, el hombre inmortal se identifica como la idea perfecta del Principio divino, la única Vida infinita, Dios. Reflejando las energías divinas de la Vida, el hombre permanece intacto. Seguro en el abrazo del Amor infinito, que todo lo circunda, no se le puede identificar con nada que sea desemejante a su creador. La Mente que es todo inteligencia ha conferido al hombre, por reflejo, la munificencia de Dios.

Todo lo que posee el hombre espiritual proviene de la Mente. Nada aparte del Espíritu puede influenciarle, puesto que su estructura no es ni orgánica ni material. Constituído de elementos del Espíritu y mantenido por el Amor divino, el hombre es invulnerable a las falsas creencias mortales de una vista que se ofusca o que varía. El hombre espiritual y su creador no están conscientes de la materia, la cual no es sino el estado subjetivo de la mente mortal. Tampoco puede esta llamada mente percibir el Espíritu y sus manifestaciones. El Espíritu y la materia son opuestos; uno es real, el otro irreal, por tanto no pueden entremezclarse.

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / octubre de 1949

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.