Una vez, en una sala de lectura de la Christian Science, una persona que había venido ahí muchas veces para estudiar, le preguntó a la bibliotecaria cual era la razón por qué la Christian Science no le había sanado a él de un crecimiento muy feo que tenía en la cara. En respuesta, ella le dijo que la Christian Science seguramente le sanaría si la aplicara correctamente. Contestó el otro que había recibido tratamientos de la Christian Science en varias ocasiones y que estaba estudiando el libro de texto “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” por Mary Baker Eddy, pero que hasta ese momento no había experimentado mejora alguna.
La bibliotecaria apartó su vista del cuadro de aquel crecimiento material que parecía tan evidente, y con humildad le pidió a Dios que la alumbrara para poderle decir al hombre algo que le diera inspiración y ánimo. Al punto le vino la respuesta, y le dijo: “Quizás sea menester que usted haga ahora su propio trabajo.” A esto él contestó: “Leo la Lección Bíblica todos los días, y estudio lo mejor que puedo. ¿Qué más tengo que hacer?”
De nuevo le vino a ella un mensaje angelical y le preguntó: “¿Ama usted lo suficiente? ¿Sabe usted que el Amor disuelve todo lo que sea deforme?” El otro se puso a meditar sobre esta última frase, pidiéndole a la bibliotecaria que la repitiera, y así lo hizo. Al poco rato dijo tranquilamente: “Trataré de expresar más amor.” Esto al parecer le resultaba algo difícil pues era muy dispuesto a altercar.
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