Una vez, en una sala de lectura de la Christian Science, una persona que había venido ahí muchas veces para estudiar, le preguntó a la bibliotecaria cual era la razón por qué la Christian Science no le había sanado a él de un crecimiento muy feo que tenía en la cara. En respuesta, ella le dijo que la Christian Science seguramente le sanaría si la aplicara correctamente.
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