“El que habita en el retiro del Altísimo, morará seguro bajo la sombra del Omnipotente” escribe el Salmista (91:1). Cuando me pongo a meditar sobre los treinta y cinco años que llevo estudiando la Christian Science, percibo que justamente en la medida en que he morado conscientemente en este “retiro” he recibido grandes bendiciones.
Cuando asistí por primera vez a un servicio de la Christian Science no me daba cuenta de que ese sería el momento decisivo de mi vida. Siempre había gozado de buena salud, tomando parte activa en los deportes usuales y nunca se me había ocurrido que necesitaba esclarecimiento espiritual. Era muy adictor al tabaco y a veces acompañaba a mis amigos con algunas copas. A los cinco años de haber asistido a ese servicio perdí el hábito de fumar y poco después las bebidas alcohólicas no tenían para mi ningún atractivo. Entonces agradecí mucho esa curación.
Ciertos defectos de carácter y de mal genio van cediendo a una mejor comprensión de la verdad expuesta en el libro de texto de la Christian Science, Ciencia y Salud, por Mrs. Eddy.
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